martes, 11 de septiembre de 2012

Colombia Sep - 2012 5/5


Martes 25 Septiembre - (PN Tayrona)

Desayuno a las 8:00, a las 8:30 salimos caminando. Hoy, el objetivo es una caminata hasta "Pueblito" uno de los restos arqueológicos que quedan de los Tayronas.

Salimos en la misma dirección que ayer por la tarde, cuando estamos en la playa, empieza a sobrevolarnos un helicóptero que termina aterrizando en la arena en frente de nosotros. Bajan unos policías y hay un grupo de jóvenes con sus mochilas esperando (son los que ayer estaban cenando en la mesa de al lado), suben y se van. Esto de tener transporte privado y oficial no creo que se lo pueda permitir todo el mundo. Al despegar, con las hélices, levanta mucha arena y nos pone perdidos.


Una vez que desaparece el helicóptero, seguimos nuestro camino. Pasamos de nuevo por la Piscinita, la Piscina y de nuevo nos adentramos en el bosque. Tras un recorrido por él, llegamos al Cabo de San Juan de la Guía. Aquí hay otro lugar de acampada, en este caso solamente con opción de tienda. La playa que tienen es preciosa y totalmente apta para el baño.


Seguimos por la costa, cruzamos varias playas, algunas de ellas nudistas como la Playa Boca del Saco.


Desde aquí arranca un sendero hasta Pueblito, también conocido como Chairama. No es el que viene marcado en los folletos turísticos (este sale desde Cabo San Juan de la Guía), pero optamos por subir por aquí y bajar por el camino oficial, así la ruta es circular y más interesante.

El camino es precioso, durante más o menos 1:30h caminamos entre el bosque tropical, subiendo entre la vegetación y disfrutando de los sonidos de los pájaros y los monos. Algunos monos, se nos presentan jugando entre los árboles.


Antes de entrar en Pueblito, nos desviamos unos metros a la izquierda hasta la cueva de las decisiones, es uno de los lugares que usaban los sacerdotes tayronas para retirarse a hacer sus ritos y tomar las decisiones que marcarían la vida de su pueblo. En este caso, es una cueva natural formada por grandes rocas.


A la entrada del pueblo, encontramos una piedra con dibujos tayronas tallados, está completamente cubierta de musgos, pero aun así, se distinguen. 




- Quienes son los tayronas?

Los tayronas eran un pueblo indígena que habitaba en los departamentos colombianos del actual departamento de la Magdalena, de La Guajira y de Cesar, en la cara norte de la Sierra Nevada de Santa Marta. Se trata de un grupo de filiación lengua chibcha.

Los escritos del siglo XVI permiten entrever que en la que entonces se llamó Sierra Tayrona habitó una alta y densa población de tayronas. Eran la sociedad más adelantada, fundaron numerosas aldeas y ciudades con basamentos de piedra. Son también notables sus obras de ingeniería y arquitectura como lo son: las terrazas, alcantarillados, puentes, caminos y escaleras. Para todas la construcciones: el relieve, la piedra y el agua haciendo que los cambios y las transformaciones en el paisaje fueran lo menos dañinos posible.

Se presume que el nombre tayrona pueda estar relacionado con los términos teyuna, teiruna que se han encontrado en varias lenguas de los pueblos indígenas que aún sobreviven en la sierra de Santa Marta, todos ellos de filiación chibchana.

En 1976 se descubrió "La Ciudad Perdida", una de las ciudades que los tayronas habitaron entre el año 800 y el 1600. Poco más se sabe hasta ahora de su historia. Esta sociedad se encontraba organizada en unidades política, cada población era independiente y estaba dirigida por su propio cacique, con distintas alianzas y enemistades entre ellos.

El primer contacto con los conquistadores españoles se dio en 1498 con la llegada de Fernando González de Oviedo, con quien los caciques de la zona establecieron relaciones comerciales. En 1525, con la fundación de la ciudad de Santa Marta por Rodrigo de Bastidas, los españoles intentaron establecer una presencia más fuerte en la zona, dando inicio a la empresa colonial española en esta parte del continente sudamericano. Entre 1525 y 1599, las relaciones entre los pueblos indígenas de la zona (que incluían además de a los tayrona a los guanebucán, los malibúes, los guajiros, los kosina, y los chimila entre otros) y los colonos españoles se caracterizaron por su inestabilidad: intensos periodos de conflicto y guerra en los que se intentaba dominar a los habitantes eran seguidos por años de calma tensa en las que los españoles se veían forzados a establecer relaciones pacíficas con las distintas comunidades.

Durante este tiempo, los tayrona quemaron Santa Marta varias veces, conquistaron el fuerte español de Bonda, establecieron relaciones comerciales con piratas ingleses y franceses, y en general, consiguieron limitar el crecimiento de la colonia española. Entre 1599 y 1600, el gobernador de Santa Marta, Juan Guiral Velón, emprendió una intensa campaña militar contra estas poblaciones. Un intento fallido de alianza entre los distintos poblados dio pie para que el gobernador pudiera capturar a los caciques uno a uno, cortándoles la cabeza y descuartizándolos. Los pobladores que no lograron escapar fueron llevados a los alrededores de Santa Marta y entregados como esclavos. Los que sobrevivieron se internaron en las partes más altas del macizo para escapar a los españoles, y sus descendientes son los Koguis, que han permanecido aislados hasta ahora.

Su población a la llegada de los españoles era de 1.000.000 de pero se redujo drásticamente con la conquista, se estima que en la actualidad sus descendientes "puros" suman 50.000 personas, mientras que los mestizos y zambos con sangre tayrona suman varios millones de personas, principalmente en la costa caribeña de Colombia (1,5 a 2 millones en la Sierra Nevada).

La estructura política y administrativa de los tayrona no es muy conocida, pero las investigaciones han concluido que mezclaba aspectos federales con otros centralistas. Cada ciudad grande (unos 1000 habitantes) generalmente contaba con un cacique, figura más bien administrativa con pocas atribuciones divinas, a diferencia del resto de culturas de la América Prehispánica, que semi-deificaban a los líderes de las tribus o ciudades. El cacique cumplía dentro de los límites de su ciudad funciones ceremoniales, ejecutivas, y judiciales.

Había varios grupos dentro de su sociedad:

- La institución más respetada e incluso venerada era la formada por los sacerdotes; a pesar de carecer de autoridad ejecutiva, influían notablemente en las decisiones de los consejos y regían la vida de los habitantes bajo los preceptos de los dioses. Como los españoles creyeron ver en la religión de los tayronas el culto al diablo, los naomas o sacerdotes fueron perseguidos duramente y los templos incendiados.

Los Naomas, se encargaban de educar a sus sustitutos. No trabajaban, eran mantenidos por la comunidad. Cuando un hombre seleccionaba una mujer para casarse, el Naomas era el encargado de iniciar sexualmente a la esposa delante de su fututo marido antes de la boda. En el caso de tratarse de sus hijas, se encargaban de seleccionar al hombre que relazaría este ritual.

- También había especialistas en distintos oficios, como agricultores, artesanos y mercaderes, que formaban el motor de la economía.

- Otro gran grupo de ciudadanos era el de los manicatos o guerreros, que estaban encargados de mantener la paz entre los tayronas y de defenderlos de las posibles agresiones de otras tribus. Se destacaban por su fiereza y ocupaban una posición social elevada.

- En último lugar se encontraban los esclavos.

En la época de la conquista, los tayronas tenían diferentes prácticas culturales que otras poblaciones americanas. Las fuentes etnográficas destacan la existencia del divorcio y la aceptación de la homosexualidad, lo que los diferenciaba de sus conquistadores católicos. Sin embargo, es posible que las referencias a la homosexualidad sean consecuencia de una interpretación errónea de prácticas religiosas. La religión de los tayrona, y en cierto grado la de los modernos kogui, separa mucho a varones y mujeres en la vida diaria. Las descripciones sobre la homosexualidad de los tayronas probablemente fueron una tentativa del mando católico de suprimir la casa masculina de reunión, que era un lugar permanente de intensa actividad religiosa, al igual que entre sus descendientes koguis. Muchos de los hombres adultos están implicados en rituales que duran días y que consisten sobre todo en deliberaciones, consumo de coca y meditación.

En paralelo, tienen la casa de la viuda que se encuentra a las afueras del pueblo. Las viudas no trabajaban, eran mantenidas por el pueblo y eran las encargadas de iniciar sexualmente a los chichos tras su ritual de paso a adultos. Este ritual consistía en mandarlos un día solos a la selva para que sobrevivieran, al volver ya eran adultos y les entregaban el bolso para que pudieran guardar la coca y el mambé para mascar. Solamente podían mascar los hombres, las mujeres estaban excluidas de este ritual.

Las mujeres eran las encargadas de cultivar la tierra ya que eran las únicas que la hacían fértil. Cuando se juntaban con los hombres para procrear, no lo hacían en el pueblo, tenían que salir a la tierra y hacerlo sobre ella como símbolo de fertilidad.


Llegamos a Pueblito, uno de los antiguos asentamientos tayronas. En su época fue un pueblo importante. Al encontrarse tan cerca del mar, era uno de los que abastecían de pescado, conchas (para el Mambé) y piedras (para construir) a otros poblados a cambio de los productos que estos cultivaban.

Del pueblo queda poco: las terrazas de piedra sobre las que construían sus casas, algunas aún cubiertas por la vegetación, el empedrado de las calles y las escaleras de piedra del camino de acceso.

Las casas de los tayrona y/o de los Koguis, llamadas Bohío, son circulares, con las paredes y el tejado de paja. En el tejado hay una abertura, el fuego del hogar lo tienen dentro y la abertura es por donde sale el humo. En una casa tayrona/Kogui tienen que tener siempre el fuego encendido, si se apaga, es un símbolo de mala suerte o desgracia para la familia. Por lo que si no hay humo, es que no es una casa habitada. Toda la familia y los animales vivían dentro de la casa.

El sitio es precioso, está al lado de un pequeño riachuelo y se respira una paz y un silencio genial. Solamente roto por las risas de dos niños Koguis que se divierten jugando al futbol al lado de una casa que en este momento no está habitada.


El camino de vuelta es increíble, hay que ir saltando por grandes moles de piedra que cubren el camino y esto me encanta, lo que pienso es que subir por aquí debe ser complicado.


Nos encontramos un loro, que en lugar de escaparse, se nos acerca y salta a nuestra mano. 0.
Tiene la cola cortada, parece que ha sido un animal doméstico que o se ha escapado o lo han puesto en libertad.


Seguimos bajando hasta llegar a la zona de San Juan de la Guía donde nos espera una coca cola fresquita para reponer sales. Al final ha sido una caminada de 1:30h de subida y otro tanto de bajada. No ha hecho demasiado calor y la humedad se aguantaba sin problemas. Realmente merece la pena.

La otra gran ciudad tayrona es "Ciudad Perdida", también llamada "yuma" o "Demonio verde", fue descubierta en 1975 por un huaquero llamado Franky Rey. Tras ver como estaba siendo expoliando su descubrimiento por otros huaqueros, denunció el descubrimiento ante la policía para que pudieran protegerlo. A raíz de ésto se convierte en Parque Natural y se controla el acceso. Hoy este huaquero es un guarda parques.

La Marihuana que se cultiva en Sierra Nevada es de muy buena calidad al igual que la coca, lo que hace a la zona un lugar ideal para los narcotraficantes, guerrilla y paramilitares. Los Koguis, al ser un pueblo pacífico, no se han metido en los conflictos de la zona y les han dejado al margen y no sido desplazados de sus tierras.

La guerrilla del ELN ejecutó un secuestro con varios extranjeros en la Ciudad Perdida en los 90. Desde entonces, para evitar que se vuelva a repetir, en el Parque Nacional de Ciudad Perdida hay mucha presencia militar.

Por el parque, aunque es su tierra, no vemos muchos Koguis, los únicos que encontramos son:


Cuando empieza a anochecer, emprendemos el camino hacia Arrecife, aún nos queda una caminata. Al llegar a la Piscina, el sol empieza a caer sobre el mar.


Después de una duchita, otra vez con agua fría, a cenar. Ha sido un día completito con caminata incluida.




Miércoles 26 Septiembre - (PN Tayrona - Cartagena)

Arriba prontito, después del desayuno, mochila al hombro y a salir del parque. El camino de vuelta es el mismo que hicimos para entrar. Hoy el mar está un poco más picado y hay oleaje.


Salimos camino de Cartagena, tenemos el mar a la derecha y se ven algunas de las barcazas que transportan carbón, no es raro que se caiga al mar parte de la carga y el resultado se vea claramente en las playas.

Cruzamos la Ciénaga Grande de Santa Marta, es el complejo lagunar más grande de Colombia y uno de los más estratégicos para la vida en el planeta. Ocupa aproximadamente 4 280 km². Hacia el norte el límite lo constituye una barra arenosa permeable, con lo que se permitía el intercambio de flujos de agua procedentes del mar a la ciénaga y viceversa.

Los habitantes de la zona, se rebelaron contra la construcción de la carretera que hoy la cruza ya que rompía el ecosistema y afectaba directamente a su forma de ganarse la vida con la pesca pero no les hicieron demasiado caso y hoy la carretera está terminada y en uso. La parte buena, es que ha mejorado las comunicaciones entre las poblaciones de la costa.

Al llegar a la altura de Barranquilla, cruzamos el Magdalena, es el punto de su desembocadura y su anchura es enorme, nada que ver con el río de aguas puras que vimos en el estrecho del Magdalena.

Cruzamos Barranquilla, una ciudad enorme, es la cuarta ciudad del país y el primer puerto por delante de Buenaventura. La ciudad tiene malísimas infraestructuras, lo normal es que tenga inundaciones todos los años con sus correspondientes daños.

Antes de llegar a Cartagena, hacemos una parada en el volcán del Totumo. Se trata de un volcán extinguido con un cono de unos 15 m llenos de lodo, por fuera parece un hormiguero. Hace unos pocos años se descubrió que el lodo tenía propiedades curativas para lagunas enfermedades de la piel.

Se puede subir por una escalera y sumergirse en el lodo intentado hundirse mientras te dan un masaje. La bajada es por otra escalera diferente a la de subida, la gente baja totalmente cubierta de barro.


Para quitarse el lodo, está la ciénaga del Totumo, donde unas señoras te ayudan a eliminarlo del cuerpo y del bañador.


El sitio es chulo, pero la gente que lo gestiona no es muy agradable que digamos. Te lían con los precios, cobran por cada cosa: subir, masaje, que te suban las zapatillas, que te quiten el barro, que te hagan fotos... la verdad es que se monta una pequeña discusión con ellos, que al menos a mí, me quitan las pocas ganas que tenía de meterme en el barro así que me quedo de espectadora tomando una Coca-Cola en uno de los chiringuitos.

A media tarde, llegamos a Cartagena, "la Joya del Caribe". Tengo muchas ganas de visitarla y perderme por sus calles.


- Algunas notas sobre Cartagena:

Cartagena de Indias o simplemente conocida como Cartagena, es la capital del departamento de Bolívar. Fue fundada el 1 de junio de 1533 por Pedro de Heredia. Está localizada a orillas del mar Caribe y es el segundo centro urbano e industrial en importancia de la Costa Caribe colombiana. Cartagena es la 5° ciudad demográfica y la 5°ciudad en importancia nacional.

A partir de su fundación en el siglo XVI y durante toda la época colonial española, Cartagena de Indias fue uno de los puertos más importantes de América. De esta época procede la mayor parte de su patrimonio artístico y cultural. El 11 de noviembre de 1811, Cartagena se declaró independiente de España.

Con el paso del tiempo, Cartagena ha desarrollado su zona urbana, conservando el centro histórico y convirtiéndose en uno de los puertos de mayor importancia en Colombia, el Caribe y el mundo así como célebre destino turístico. La población total es de 950.000h y la de su área metropolitana de 1.300.000h.

Su centro histórico, la "Ciudad Amurallada", fue declarado Patrimonio Nacional de Colombia en 1959 y por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1984. En el año 2007 su arquitectura militar fue galardonada como la cuarta maravilla de Colombia

La historia de Cartagena de Indias está dividida en varios periodos que tienen como punto de partida la llegada de Cristóbal Colón al continente americano. La bahía de Cartagena estaba habitada por las naciones calamarí del grupo Karib, llamados Caribes por los españoles.

Durante la época colonial española fue uno de los puertos más importantes de América. De Cartagena salían todo el oro y las riquezas del nuevo mundo rumbo a España por rutas marítimas que terminaban en los puertos de Cartagena, Cádiz y Sevilla. También fue el mayor punto de comercio de esclavos negros traídos del continente africano.

El primer español en llegar fue Rodrigo de Bastidas, inicialmente la zona fue bautizada como Golfo de Barú. En 1503 Juan de la Cosa lo cambió a "Bahía de Cartagena". En 1533 Pedro de Heredia funda la ciudad y su puerto fue cobrando importancia gracias a su bahía protegida y a  los fuertes y murallas que fueron construyendo. En los años siguientes Heredia fue encarcelado por crímenes contra el pueblo de los Sinú y, más tarde, condenado a muerte. Contrariamente a lo que se cree, la Corona velaba ya por los derechos humanos según las "Leyes de Indias".

Cartagena de Indias fue asaltada numerosas veces por piratas y tropas inglesas (Francis Drake, 1586), francesas y holandesas. Por esto, el rey Felipe II encomendó la misión al mariscal de campo Luis de Tejada y al ingeniero italiano Bautista Antonelli construir 11 km de murallas y fuertes que sirvieron de defensa en los siglos XVII y XVIII. La fortificación es la más completa de América del Sur y fue rematada en 1796 por el ingeniero español Don Antonio de Arévalo. Un sistema de zonas permitía resguardar la ciudad dividida en cinco barrios:

- Santa Catalina con la catedral y numerosos palacios estilo andaluz.

- Santo Toribio, donde vivían los comerciantes y la pequeña burguesía.

- La Merced, donde se ubicaba el cuartel del batallón fijo.

- San Sebastián, barrio de viviendas modestas de un solo piso.

- El arrabal de Getsemani, barrio de artesanos y trabajadores del puerto.

El 13 de marzo de 1741 la ciudad fue sitiada por las tropas del almirante inglés Edward Vernon, dando inicio al famoso Sitio de Cartagena de Indias. La escuadra inglesa estaba compuesta por 186 navíos y 31.400 hombres (la flota más grande reunida hasta entonces y que no sería superada hasta el Desembarco de Normandía), la cual se enfrentó contra las fuerzas españolas, que se contaban en 6 navíos y 3.000 hombres. La batalla fue un absoluto desastre para las fuerzas inglesas, contándose en éstas entre 8.000 y 11.000 bajas, y teniendo que retirárse el resto tras fracasar el asedio. Dicho asedio fue repelido por el Teniente General de la Armada Española Blas de Leza, y expulsados finalmente por el Coronel de Ingenieros Carlos Suillars de Desnaux y sus hombres.

El 11 de noviembre de 1811 Cartagena se convirtió en el segundo territorio que declaraba independencia absoluta de España en la actual Colombia pero la corona española montó un asedio a la ciudad liderado por el general Pablo Morillo para devolverla a la corona. Se implantó un estado de sitio que duró tres meses, mientras sus habitantes resistían con hambre, epidemias y mortandad. Como consecuencia de este episodio, la ciudad recibiría el título de "Ciudad Heroica". La ciudad volvió a estar bajo control español desde el 6 de diciembre de 1815 hasta el 10 de octubre de 1821, día en el que el último gobernador español abandonó la ciudad. Cartagena fue la última ciudad de Colombia en ser liberada del gobierno hispano.

Siglo XX y desarrollo resultan sinónimos en la historia de Cartagena. Al despuntar la nueva centuria la ciudad registró una fase de transformaciones profundas en lo económico, social, político y cultural. El desarrollo industrial y la consolidación de una elite empresarial, representada por comerciantes, banqueros e industriales asociada a la migración extranjera, jalonaron esta transformación que se plasmó en lo urbanístico, el arte, la literatura, las costumbres y la identidad cultural de los cartageneros. Cartagena no fue tocada por las guerras civiles que estremecieron a Colombia. La paz y la apertura del ferrocarril que unió a la ciudad con el puerto de Calamar sobre el río Magdalena, permitieron que la bahía recuperara su papel estratégico como puerto comercial sobre el mar Caribe.

Hoy, es una ciudad próspera y un referente como destino turístico tanto nacional como internacional



Tenemos el hotel en la ciudad amurallada, dejo la maleta y salgo a descubrir la ciudad, ya es tarde pero para una primera toma de contacto es suficiente ya que es una ciudad que tiene mucho que ver, cuenta con una mezcla arquitectónica fascinante por su variedad: 

- Estructuras militares como: murallas, baluartes y fuertes, se pueden contemplar al lado de una bien conservada ciudad colonial y republicana. Las murallas se pueden recorrer en su totalidad y disfrutar del atardecer desde donde antes se disparaban los cañones.

- Infinidad de  iglesias en su Centro Histórico y en el Cerro de la Popa que contribuyen a revivir las épicas historias de los Santos.

- El Fuerte de San Felipe de Barajas, protector de la ciudad y artífice de las defensas más heroicas de Cartagena.

- Una variedad de museos como el del Oro, el de Arte Moderno, el Histórico, el de la Inquisición...

Doy un paseo por la zona amurallada, viendo el ambientillo e intentando colocar los sitios en el plano para preparar la ruta mañana.

Primer contacto con la emblemática Torre del Reloj brillando bajo la luna.


Termino el paseo en la Plaza Fernández Madrid, está al lado del hotel. Esta plaza, antiguamente se llamaba Plaza de Santo Toribio por la iglesia que hay en uno de sus laterales. Hoy el nombre ha cambiado y se la conoce como Plaza Fernández Madrid en reconocimiento a la labor del Doctor José Fernández de Madrid como uno de los signatarios del acta patriótica del 11 de noviembre de 1811 y como poeta.

La Iglesia de Santo Toribio, es la iglesia parroquial del barrio colonial San Diego. Su nombre completo es Santo Toribio de Magrovejo y es otra de las muestras de la arquitectura religiosa de Cartagena. Es una pequeña iglesia que data de 1665, es acogedora y destaca el hermoso trabajo artesanal del altar mayor, tallado en laca negra y recubierta en lámina de oro.


Cena en uno de los restaurantes de la plaza y a dormir que ya es hora.


Información del Hotel
Hotel Banderas
Calle Cochera de Hobo Nº- 38-66
Barrio San Diego, Cartagena
Web: www.hotel3banderas.com
e-mail: info@hotel3banderas.com

Valoración: Muy Buena
- Ubicación muy buena, en la zona antigua.
- Está en una casa colonial muy agradable. La habitación es amplia y cómoda.
- Wifi libre.
- Desayuno muy bueno.




Jueves 27 Septiembre - (Cartagena)

Después de desayunar a visitar el Castillo de San Felipe de Barajas, por el camino pasamos por el parque de Puerto Duro donde está el monumento a la india Catalina.

La India Catalina es uno de los pocos personajes indígenas de la historia de Colombia, era la hija del Cacique Galeras, gobernante de una tribu de la etnia Caribe llamada Mokana. Fue raptada en 1509, cuando tenía 14 años por un conquistador alemán Llamado Diego de Nicueza  y conducida a Santo Domingo, donde adquirió los hábitos, costumbres y creencias religiosas de sus captores.

Regresó a sus tierras en 1528 con Pedro de Heredia cuando tenía aproximadamente 30 años, en calidad de intérprete. Como intérprete de Heredia logró la pacificación de numerosas tribus indígenas. Años más tarde se casaría con Alonso Montañez, sobrino de Don Pedro con quien posteriormente se fue a vivir a Sevilla y nunca se volvió a saber nada de ella. Un mito cuenta que murió en aquella ciudad viuda, centenaria y rodeada de hijos y nietos.

Existen contradicciones en esta historia pues por un lado se presenta a Catalina como un símbolo de la raza nativa (y se presenta como una mujer dócil y pacífica, al servicio de la colonización) siendo la única imagen indígena a la que hoy en día se le muestran honores y por otro, existen quienes critican fuertemente esta posición, puesto que la raza indígena nunca fue sumisa (ni de formas perfectas como aparece en la estatua), un estereotipo que consideran alejado de la realidad y que subestima el valor de las tribus indígenas que habitaban en las Américas.

La estatua de Catalina es obra del escultor español Eladio Gil Zambrana.


Cerca, hay una zona en obras, están construyendo un gran centro comercial, hay mucho movimiento y pillamos a uno de los operarios colocando el letrero de Carrefour.


El Castillo de San Felipe de Barajas es una de las fortalezas militares de la ciudad, fue construida por los españoles en la época colonial. Está construido sobre la Colina de San Lázaro y desde allí dominaba cualquier intento de invasión a la ciudad, ya fuera por tierra o avanzando por la Bahía de Cartagena en el mar Caribe y  evoca con sus muros imponentes el fragor de sangrientas batallas.

Fue el guardián de Cartagena de Indias por la puerta de la “Media Luna”, el único acceso a la ciudad desde el continente. Este acceso siempre había preocupado a los estrategas a cargo de la defensa de la plaza.

En su construcción inicial, era un bonete para 8 piezas de artillería, 20 soldados y 4 artilleros y fue construido entre 1656 y 1657 por orden del gobernador de la ciudad Don Pedro Zapata de Mendoza, con planos del ingeniero holandés Ricardo Carr y la dirección del maestro mayor Gaspar Mejia.

Hasta 1762 no sufrió muchas modificaciones, pero debido a la amenaza inglesa, Antonio de Arévalo inició una remodelación que duro 36 años, lo dejó como un lugar inexpugnable y como una obra de ingeniería militar sin par en América. Al bonete inicial, le añadió un complejo de baterías colaterales (la Redención, el Hornabeque, San Carlos y los Doce Apóstoles por el norte y San Lázaro por el sur) cada una perfectamente adaptada a la topografía del terreno. Su complejo sistema de túneles conectaba los puntos estratégicos de la fortaleza para distribuir provisiones y facilitar una posible evacuación. Estaban construidos de tal manera que el sonido reverberaba de tal forma que era fácil descubrir si algún enemigo estaba entrando por ellos. Nada en San Felipe es superfluo. Todo obedece a un fin militar específico.

Al llegar al castillo, contratamos los servicios de un guía para que nos cuente los entresijos de la fortaleza y tenemos la suerte de que nos toca un señor mayor llamado Tenorio que es un "HORRIBLE" guía, por una parte tiene un acento tan cerrado que no se le entiende y por otra solo cuenta datos inconexos que hace imposible seguir la explicación.

Hago el recorrido, a mi bola, por la fortaleza, disfrutando de sus vistas,


sus baluartes, sus túneles


sus detalles.


En su construcción se utilizaron rocas marinas, los restos de conchas y esponjas que hay en sus muros lo atestiguan.


Una gran bandera ondea sobre sus murallas.


Al final del recorrido, han montado un video donde te cuentan la historia del castillo, es como un cuento para niños y la verdad es que te deja muy claro: la situación de Cartagena en la época colonial, el porqué de la necesidad de esta fortaleza habiendo otras muchas ya construidas y el papel que jugó en el ataque de la escuadra Inglesa de Edward Vernon en 1741. La verdad es que habría sido más interesante empezar por el video y haber pasado totalmente del Tenorio de turno.

Justo en frente del castillo se encuentra una estatua del almirante español Blas de Lezo, comandante, militar y defensor de Cartagena de Indias en los años 1700. Es considerado uno de los mejores estrategas de la historia de la Armada Española.

A Blas de Lezo se le conoció también como “Pata palo”, o más tarde “Medio hombre” por las muchas heridas sufridas a lo largo de su vida militar en las que fue perdiendo miembros batalla tras batalla.


Otro monumento ubicado en las cercanías del castillo es el de “las botas viejas”. Esta estatua, como indica su nombre, muestra un par de botas. Fue erigida en representación del poeta colombiano Luis Carlos López.


Al salir del castillo cruzamos el puente para adentrarnos en Getsemaní. Es uno de los barrios más representativos de la ciudad. Allí se dio el grito de independencia en 1811. En esta zona de la ciudad solían vivir los africanos traídos como en la época colonial.

Hoy en día es una zona segura y cómoda para pasear pero, no hace mucho, no era lo más recomendable, la verdad, sobre todo estar por aquí de noche.

Entre sus principales edificaciones destaca su parroquia, la Iglesia de la Santísima Trinidad que fue construida siguiendo el modelo de la Catedral.


A pesar de estar ubicado dentro de la Ciudad Amurallada, su ambiente, aún, no es demasiado turístico. Suele ser popular entre los mochileros dada la gran oferta de alojamientos económicos que se pueden encontrar.

Los pintorescos bares, cafés, restaurantes, panaderías y diversos comercios con oficios como arreglos de zapatos, modistas, hacen que el ambiente de Getsemaní sea único en Cartagena.

Uno de los locales más conocidos es el Café Habana, un local de copas con música en vivo que incluso cuando la zona no era muy recomendable, tenía mucho público.


Pasear por Getsemaní es toda una experiencia, hay grandes contrastes. Era la zona donde se asentaban las personas con pocos recursos. Las casas coloniales son compartidas por más de una familia y al no invertir en su conservación, el deterioro es evidente. Hoy, la zona se está revalorizando y la especulación del suelo se nota, se pagan verdaderas fortunas por antiguas casas que se reforman para montar hotelitos, pero conviven con el resto. Se puede encontrar calles con casas más o menos reformadas y bonitos cafés


Y otras, con casas que se caen a cachos y grafitis por sus paredes


Hay aún calles 100% populares, en las que se respira ambiente de barrio. Los habitantes sacan sus sillas a la calle y allí hacen su vida, incluso, a veces, sacan la TV y la ven junto con el resto de los vecinos. 


Otras calles, son algo más comerciales. Tienen panaderías, pequeñas tiendas con un poco de todo y establecimientos de comida popular.

He entrado a comer en uno que tienen pollo frito. Toda una experiencia, te dan tu trozo de pollo frito con patatas y una gaseosa, acompañado de unos guantes de plástico (como los de los súper para coger la fruta) para que no te manches las manos al comer con ellas el pollo, pues claro, de cubiertos ni hablamos. Me daba un poco de reparo comer aquí, pero tengo que reconocer que el pollo y sobre todo las patatas están buenísimos.

Sigo hacia la zona del arsenal, es el final de Getsemaní al oeste. En esta calle, los edificios están pintados de blanco


Para defender la zona, había otro baluarte, hoy aloja un bar con una terraza estupenda, desde la que hay unas buenas vistas tanto del castillo de Barajas


como de la zona de Boca Grande, con el puerto deportivo delante.


Aunque el bar está cerrado, se puede pasar.

En esta zona del arsenal, se encuentra el local Míster Babilla. Un garito de fiesta donde suelen terminar las chivas que recorren la noche de Cartagena.


Ya saliendo de Getsemaní, en la esquina de la calle Larga que colinda con la plaza de la Independencia nos encontramos la Iglesia de la Santa Orden. Fue construida entre los años 1730 y 1735, gracias al empeño del gobernador Antonio de Salas y era parte del complejo religioso del convento de San Francisco, compuesto por la iglesia de San Francisco (hoy teatro), el claustro (muy bien conservado) y este sencillo templo.

Hacia el año 1954 su interior fue restaurado, con gran acierto, al decir de los expertos. Sin embargo sus campanas, que congregaron al pueblo cartagenero a celebrar la Independencia el 11 de noviembre de 1811, fueron desmontadas.


Al lado, el antiguo complejo del convento de San Francisco, hoy Teatro Colón, parece una continuación de la iglesia.


Otro de sus referentes a tener en cuenta es el Parque Centenario, construido en 1911 para conmemorar los 100 años de independencia. En el interior se encuentran algunos monumentos bastante interesantes. Ahora está en obras y no se puede visitar.

El Camellón de los Mártires une Getsemaní con la ciudad amurallada. Se trata de un paseo flanqueado por las estatuas de las personas ilustres que han aportado algo en la historia de Colombia. También hay una estatua de Cervantes como representante de la lengua Española.


A la izquierda, está el muelle de los Pegasos, el nombre se debe a las dos grandes estatuas de caballos alados que están en la barandilla. En el muelle hay una réplica de una carabela de la época de Colón y algún velero.  


El paseo por Getsemaní me ha encantado, es agradable poder entrar en contacto con la gente y ver como realmente viven. Muy pero que muy recomendable.

En frente, se abre una puerta a la ciudad amurallada, es conocida como la Torre del Reloj. Originalmente fue llamada Boca del Puente y fue construida como entrada principal a la ciudad amurallada. Los arcos laterales eran utilizados como capilla y cuarto de armamento. Contra su angosta bóveda descargaba el puente que ya se conocía como San Francisco.

En el año de 1704 la puerta era de tres bóvedas a prueba de bomba, hoy todas abiertas, pero originalmente sólo la del medio servía para el transito ciudadano. Las dos laterales eran usadas como almacén para el armamento y abrían exclusivamente hacia la central. El reloj fue colocado posteriormente.


Al cruzar bajo la Torre del Reloj se llega a la Plaza de los Coches. Esta plaza ha recibido múltiples nombres, el primero de ellos fue el "Plaza del Juez" porque en la esquina de la plaza vivió el licenciado Francisco Santa Cruz quien trabajó como juez aquí. Después pasó a llamarse “Plaza del Esclavo", ya que era el lugar designado para la comercialización de los negros. Después se llamó "Plaza de los Mercaderes", aquí se concentraba el comercio de la ciudad. Pero su nombre oficial es "Plaza del Ecuador" debido al tratado de límites entre Ecuador y Colombia.

Se trata de una bonita plaza porticada, con mucha vida. Hay coches de caballos esperando turistas, alguna terraza, cafeterías


y un grupo de personas haciendo un espectáculo de música y baile tradicional,


En la plaza hay una estatua de Pedro de Heredia, el fundador de la ciudad.


El pasadizo que crea la zona porticada, alberga el Paseo de los Dulces. Llamado así por haber varios puestos donde se venden dulces típicos de la zona, realizados a base de panela, coco, ariquipe, tamarindo... tienen pinta de ser demasiado empalagosos para mi gusto.


Continuando hacia la derecha, entramos en la Plaza de la Aduana. Esta plaza ha tenido y tiene varios nombres: su primer nombre fue "Antigua Real Contaduría" porque en esta plaza funcionaban las oficinas de los Oficiales Reales. Es cuando se instalan las oficinas de administración de la aduana cuando cambia su nombre al de "Plaza de la Aduana" con el que se conoce comúnmente. Luego se llamó "Plaza Colón" en honor al descubrimiento de América que tiene una estatua conmemorativa en esta plaza. Pero su nombre oficial es "Plaza Rafael Núñez" como homenaje al ex-presidente.


Seguimos hacia la Plaza de Pedro Claver, en honor al santo conocido como "Esclavo de los Esclavos" o "el apóstol de los esclavos". Pedro Claver fue un jesuita catalán que vivió y murió en el convento que está en la plaza. Su labor al llegar a Cartagena, fue evangelizar a los negros y enseñarles las creencias católicas, si estaban cristianizados, no podía ser tratados como esclavos. Una estatua en la plaza honra la memoria de este gran hombre.


La Iglesia y Convento de San Pedro Claver que están en la plaza del mismo nombre fueron construidos en 1580 y luego reconstruida en el siglo XVII. El esfuerzo de los padres Jesuitas ha permitido conservar el sitio con sus estructuras originales. Sin embargo, no han faltado las reformas: Monseñor Eugenio Biffi, después de salvar la iglesia del abandono y la ruina, construyó el altar mayor con mármol importado de Italia. El arquitecto francés Gastón Lelarge, construyó la cúpula actual del templo. En el altar mayor se conservan los restos mortales de San Pedro Claver, quien entregó su vida a la redención de los esclavos negros llegados a Cartagena.


La plaza es bonita, hay varias esculturas metálicas, representando oficios. Por la tarde, montan unas terrazas muy agradables para hacer un descanso e hidratarse durante el paseo. Uno de sus atractivos por la tarde, son las palomas que se reúnen allí para que los visitantes les den de comer.


Siguiente parada, el Museo Naval. Se encuentra detrás de la iglesia San Pedro Claver. Se fundó en 1992 durante la celebración del 500 aniversario del descubrimiento de América. La edificación del museo es colonial y era antiguamente una universidad Jesuita. En este museo se pueden encontrar diferentes objetos que muestran la historia naval de Colombia y de la de sus fortificaciones.


Ahora toca el turno a la muralla y sus baluartes, un baluarte es una obra en forma pentagonal que sobresales por los dos lados de la muralla donde se colocaban los vigías y los cañones.

El estado de conservación de su muralla, otorga a Cartagena el título de ser la ciudad amurallada mejor conservada del mundo.

Fue construida para la defensa de la ciudad. Su construcción se inició a finales del siglo XVI después del ataque de Francis Drake, antes la ciudad estaba totalmente desprotegida.

El proyecto tardo casi dos siglos en ser concluido,  después  de  numerosas tormentas  y  ataques  de  piratas fue finalizada en 1796, 25 años antes de la independencia de Colombia.

Cartagena era la “Joya de la Corona” aquí se almacenaban las mercancías que se enviaban a España desde las colonias: oro, esmeraldas… lo que la hacía un imán para piratas y ladrones. Su “Defensa” era por tanto cuestión de estado y no se escatimaron medios en ella.

Para su construcción, se usaban rocas sacadas del mar, como en el castillo de Barajas, hay restos de esponjas entre sus muros.


Subo a lo alto de la muralla y la voy recorriendo, pasando por sus baluartes y sus torretas de vigilancia disfrutando del paisaje.


Es un lugar de reunión tanto para visitantes como locales para disfrutar del mar, descansar, charlar, tocar música… y no faltan los vendedores ambulantes.


Al final del recorrido por la muralla, me encuentro el Teatro Heredia. Fue construido sobre las ruinas de la antigua Iglesia de La Merced (1625) para conmemorar el Centenario de la Independencia en 1911. En 1998 fue restaurado bajo la dirección del arquitecto cartagenero Alberto Samudio Trallero como centro cultural de artes escénicas y musicales.

Su construcción es en forma de herradura con palcos y balcones divididos por celosías que parecen encajes, originalmente servían para ventilación.  Las escaleras y las esculturas son de mármol italiano y su telón de Boca y techo fue bellamente creado por el artista cartagenero Enrique Grau.

Cuando el sol empieza a caer, me acerco al "Café del Mar", es un bar montado en el Baluarte de Santo Domingo, el entorno es ideal: hacia un lado el mar, hacia el otro la ciudad antigua y al fondo la moderna zona de Boca Grande.


La zona de la terraza está a tope pero tenemos una mesa de primera fila. Es el lugar ideal para ver la puesta de sol.

Después de cenar, vamos a tomar algo a "Donde Fidel". Este sitio es auténtico, salvo nosotros, el resto son colombianos, aunque en su mayor parte turistas que han venido a pasar unos días en Cartagena. La música está bien y aunque no baila la gente tanto como en el rumbeadero de Medellín, cuando alguna pareja baila es interesante verlos.

Salgo a bailar dos veces, con una vergüenza de muerte pero me animo, y ALE, al ruedo, a pasarlo bien :) La experiencia es divertida, la gente es muy amable y aunque tú no sepas ni como bailar, intentan ayudarte.

Paseíto hasta el hotel, nos acercamos a la plaza de San Diego, la que está al lado del Convento de Santa Clara, a comprar agua y nos encontramos con un despliegue de policía impresionante. Hay más de 40 y parecen Geypermen, todos vestidos de negro con coderas, rodilleras y con las siglas de la Policía Fiscal, ni sabía que había este tipo de policía.

No tiene sentido este despliegue a estas horas y menos como están, cada uno a su bola, unos tomando empanadillas, otros charlando con los que están en la plaza.... Preguntamos y nos dicen que el Fiscal General está alojado en el hotel que está en el Convento de Santa Clara y están aquí para garantizar su seguridad. La verdad es que con dos, atentos a la puerta y a los otros accesos sería mucho más efectivo que este grupo sin orden ni concierto.

Después de comprar el agua, al hotel y a dormir.




Viernes 28 Septiembre - (Cartagena)

Prontito arriba, desayuno y a pasear por la ciudad. Empiezo por la zona de la muralla desde las Bóvedas. Hoy hay un evento deportivo, es la primera etapa de la vuelta ciclista a Colombia y tienen una prueba contrarreloj. El recorrido es paralelo al mar, desde la zona de las murallas hasta Boca Grande. Aunque es pronto, ya está cortada la circulación y los equipos están calentando. En el punto de salida, ya tienen montado todo el chiringuito.


Me voy andando hacia a Boca Grande y el laguito, es el área moderna de la ciudad, donde se encuentran loa grandes hoteles, la zona cuenta con vista tanto a la bahía de Cartagena (o de las ánimas) como al mar Caribe. Este sector se ha convertido en el área turística por excelencia y cuenta con numerosos restaurantes, discotecas y hoteles.

El paseo es agradable, hoy no haya circulación, solo pasan los ciclistas y los policías que están controlando el circuito.


Por el paseo hay una estatua a las palanqueras, esas negras de vestidos coloridos y cesto en la cabeza que son seña de identidad de la ciudad.


Al llegar, desaparece el paseo y toca: o meterse en la arena o ir por la carretera. Es una pena que no hayan extendido el paseo, sería mucho más agradable.

Es pronto y aunque parece que va a llover hay ambientillo en la playa: Ya están montadas la hamacas, los vendedores ambulantes se pasean con sus mercancías, los bañistas ya está en remojo e incluso han hecho algún castillo de arena.


Tenemos hasta vigilantes de la playa, eso sí, a Pamela Anderson no la vi :) 


Llego a la punta de Boca Grande, al frente está la isla de Tierrabomba. En la orilla del mar hay una gran manada de pelícanos intentando conseguir comida, mientras que en la arena, los locales están ya con la siesta y eso que no son ni las 10 de la mañana.


Bordeo Boca Grande y vuelvo por el otro lado de la península. Esta zona tiene las vistas a la Bahía de Cartagena, no es mar abierto. Aquí están las playas privadas de alguno de los grandes hoteles.
Aún no hay mucha gente, pero si muchas aves. Los pelícanos y las garzas blancas se disputan el pescado.


Salgo de la playa y voy hacia el centro de Boca Grande, hay un follón de narices. Los cortes de tráfico por la vuelta ciclista está dando sus frutos y el tráfico rodado está imposible.

El paseo hasta Boca Grande ha estado bien aunque, al menos para mí, la zona mucho interés no tiene. Es como un pequeño "Benidorm": edificios altos todos juntos al lado de la playa. Lo que si merece la pena es el ambientillo que se monta en la playa, te puedes pasar un buen rato solamente observando al personal. Eso sí, una rato tranquilo y en paz va a ser que no, cada medio micro segundo tienes a alguno de los vendedores intentando colocarte algo: el que te quiere hacerte trencitas, el que te quiere darte un masaje...  pero bueno, eso forma parte del entorno y hay que asumirlo.

Vuelvo paseando a la zona de la ciudad antigua, hoy quiero visitar el museo del oro. Para llegar, cruzo por la plaza de la aduana, hay una manifestación, se están quejando al alcalde de la ciudad.


El museo del oro de Cartagena, como los de Bogotá y Santa Marta, está administrado por el Banco de la República y la entrada al museo es gratuita. Contiene un gran testimonio de la cultura Zenú tienen el mismo video sobre los Zenú que vi en el museo del oro en Bogotá y que vuelvo a ver, pues tengo que reconocer que la historia de este pueblo me impresionó mucho.

Una de las obras maestras del museo, es una Balsa Muisca, en la que se representa la ceremonia de la Leyenda de Eldorado. El Zipa acostumbraba a cubrir su cuerpo en oro y hacer ofrendas de oro y esmeraldas arrojándolos en medio de la laguna. Esta vieja tradición Muisca dio origen a la Leyenda del Dorado.

Algunos de estos adornos y figuras de cerámica, es lo que podemos ver en las dos salas del museo.


Paso por la Plaza Bolívar, por su ubicación cercana a la Catedral y al edificio del tribunal de la Santa Inquisición, se le han dado varios nombres: "Plaza de la Catedral" y "Plaza de la Inquisición". Finalmente adopta el nombre de "Plaza de Bolívar", en homenaje al libertador. En el centro, hay una escultura en homenaje a Simón Bolívar.

Es un lugar propicio para descansar al medio día o al atardecer y relajarse al escuchar el agua caer de sus cuatro fuentes.

Hay varia palanqueras vendiendo frutas


Limpia botas, vendedores ambulantes….


En uno de los laterales de la plaza, está el antiguo edificio que albergó el tribunal de la Sana Inquisición. Fue en septiembre de 1610 cuando se instaura la inquisición en Cartagena de Indias para juzgar los delitos contra la fe cristiana. El tribunal de Penas del Santo Oficio adopto como sede principal este palacio que es una de las construcciones más elegantes y características de la época colonial de la ciudad.

El palacio es hoy un museo en donde se puede visitar lo que en su momento fueron cárceles y cámaras de tortura, además de encontrar documentos históricos.


La Catedral Santa Catalina de Alejandría está también en esta céntrica plaza, al igual que muchas catedrales, es una basílica, iglesia compuesta por 3 naves o espacios alargados y separados por columnas en dirección altar. Es la obra cumbre del maestro constructor Simón González quien la diseño inspirándose en algunas basílicas andaluzas y de las Islas Canarias. Se empezó a edificar en 1577 y tardó 84 años en terminarase.

Se puede entrar con una visita guiada, pero aprovecho a entrar mientras hay una celebración religiosa y tiene las puertas abiertas. Es una ceremonia de confirmación, hay mucha gente entre lo familiares y los que están esperando la bendición del obispo de Cartagena para confirmarse en su fe.

La verdad es que por dentro no tiene nada especial, una iglesia más.


Siguiente visita: la plaza de Santo domingo. Es una plaza muy animada con varias terrazas y una de las gordas de Botero con las que todos los turistas quieren hacerse una foto.


En la plaza está el Templo de Santo Domingo, es el templo más antiguo y venerado de la ciudad. En su interior se encuentra el milagroso "Santo Cristo de la Expiración", una hermosa escultura en madera, que según la leyenda, fue tallada por un ángel a principios del siglo XVII.


En una de las calles laterales a la fachada, tiene grandes contrafuertes para robustecer el edificio ayudando así a que resista los habituales terremotos de la zona.


Junto con el claustro vecino, el templo formaba el convento de los Frailes Predicadores, más conocidos como los "Dominicos", cuya misión fue la defensa de los indios contra los abusos de los conquistadores.

Muy cerca, encontramos el Claustro de San Agustín.- Tiene 150 años de historia. Albergaba a los padres Agustinos Descalzos. En la actualidad es la sede principal de la Universidad de Cartagena, uno de los centros académicos más antiguos de Colombia. Fue fundado en 1825, cuenta con un patio interior con jardín y se resalta la cúpula al estilo florentino.


Hay muchas estatuas humanas distribuidas por la ciudad.


Por toda la ciudad hay puestos donde se vendes cuadros, algunos son reproducciones de Botero, otros representan los rincones de la ciudad.


Sigo callejeando por la ciudad, me siento un rato a descansar en la plaza de San Pedro Claver. Hasta aquí vienen los papás con los peques a ver las palomas, hay un chico que vende bolsitas con comida para ellas que está haciendo el agosto. Es gracioso ver como los peques son muy valientes hasta que se les acerca la paloma, entonces tiran toda la comida y salen corriendo. Pero aunque tengan miedo, lo siguen intentando, un poco masoquistas somos ya desde pequeños.

Siguiente parada, las Bóvedas, esta mañana cuando pasé era muy pronto y estaban cerradas aún. Las 23 bóvedas se encuentran localizadas entre los fuertes Santa Clara y Santa Catalina. Fueron construidas entre 1792 y 1796 para ser usadas como depósitos de municiones. Durante la época republicana, cambia su uso y pasaron a ser utilizadas como cárcel. Hoy, son un conjunto de almacenes donde se pueden encontrar variedad de tiendas de Artesanías.


Me doy una vuelta por las tiendas, hay algunas cosas chulas pero la mayoría se repiten en todas. Es un buen sitio para comprar regalitos, lo de que son “Artesanales” mejor dejarlo en duda.

El resto de la tarde, la dedico a callejear, a pasear sin rumbo fijo. Perderse por las calles, es la mejor forma de encontrar rincones interesantes.



 Me encuentro varios equipos trabajando en pintar y restaurar los edificios, es importante mantener el patrimonio histórico de la ciudad


A la hora de ponerse el sol, estoy de nuevo por la muralla, pero hoy, el cielo no está limpio, hay muchas nubes y no es una puesta de sol interesante, lo que sí es precioso es el espectáculo de una luna casi llena sobre las cúpulas de Cartagena.


Entro a visitar el hotel Charlestón Prive, está ubicado en el antiguo convento de Santa Teresa. La decoración está en perfecta armonía con la arquitectura del edifico, tienen unos preciosos arreglos florales a base de orquídeas. El bar es muy agradable con una gran selección de bebidas alcohólicas.


Ya es hora de ir al hotel a por una merecida ducha, el día ha estado medio cubierto, amenazando lluvia, pero al final no ha caído y lo bueno es que no se ha notado demasiado el calor.

Para despedirnos de Cartagena, vamos a cenar a "Casa Socorro" un sitio en Getsemaní muy recomendable: el sitio es agradable y la comida está muy buena.



Sábado 29 Septiembre - (Cartagena - Madrid)

Desayuno prontito y a hacer la maleta, se queda todo preparado y salgo a dar la última vuelta por Cartagena y a hacer las últimas compras.

Cuando salgo en taxi al aeropuerto Internacional Rafael Núñez, está cerquita de la ciudad antigua, empieza a llover y cae un buen chaparrón en el trayecto. Decididamente, el tiempo nos ha respetado.

Tenemos algún problema para facturar, pero como hemos llegado pronto, tenemos tiempo para solucionarlo y llegamos a la hora correcta a la puerta de embarque.

Al llegar a Bogotá, hay que cambiar de terminal. Hay autobuses internos que hacen el trayecto. En este aeropuerto hay muchos más controles de acceso que en cualquier otro. Al llegar a la puerta de embarque me indican que tengo que ir a abrir mi maleta delante de la policía y me pongo un poco nerviosa, la verdad. Nos llevan a una zona donde hay varias maletas, tienes que identificar la tuya y abrirla para que la registren. Miran todo y no encuentran nada raro y me piden que la cierre. Una vez cerrada, se la llevan directamente a la bodega del avión.

Es un rollo y no muy agradable, pero hay que ver la parte positiva, sé a ciencia cierta que mi maleta está en el avión y a Madrid va a llegar seguro. Solamente queda la incógnita de si se perderá en alguna de las cintas de la T4 de Barajas :)

Al lado de la cola de los que tenemos que ir a abrir la maleta, hay otra, para ir a hacerse un escáner para asegurar que no son "mulas" transportando droga a Europa.

La verdad es que control, lo que se dice control, tienen mucho para lograr acceder al avión, pero mi botella de agua ha pasado sin problema.

El avión sale a su hora, como es por la tarde/noche, es ideal para dormir y así hacer más ligero el viaje transoceánico.



Domingo 30 Septiembre - (Llegada a Madrid)

Llegamos a Madrid sin retrasos y la maleta llega también sin problemas. El viaje se ha terminado, pero las experiencias vividas se quedan dentro y te engrandecen.

Todas las dudas iniciales que tenía por viajar a Colombia veo que no tenían sentido. Ha sido un viaje tranquilo lleno de buenas experiencias y termino con ganas de volver para poder descubrir aquellas partes del país para las que no he tiempo.

Totalmente de acurdo con el mensaje que tienen la agencia de turismo de Colombia:

"Colombia, el RIESGO es que te quieras quedar".


 


Recomendable la web oficial de turismo de Colombia para conocer más el país:







COSAS CURIOSAS

- Una de las cosas buenas de este viaje, es que no he visto miseria en el campo, ni niños pidiéndote bolis o caramelos como en otros lugares del mundo. Eso sí, en las ciudades es otra cosa, aquí sí que hay mucha gente tirada por la calle y en algunos casos, como en Santa Marta, eran jóvenes de corta edad.

- Muestra de uno de los paquetes de tabaco colombiano, el mensaje es directo, directo y no deja lugar a dudas :) 


- Por todas las ciudades, proliferan las tiendas de fajas reductoras. En este caso son para los postoperatorios de las operaciones estéticas. Colombia junto con Brasil y Venezuela son los países con más número de operaciones de este tipo en Latinoamérica. Destacan las operaciones de pecho y culo.


- Por la zona cafetera, se ve a todos los hombres por los campos con su poncho y su gorro.

La utilidad del gorro está claro, te cubre del sol e incluso de la lluvia, pero el poncho la verdad es que es multi uso, sirve para todo: como si fuera una bufanda, para dormir sobre él, como poncho...

- Por toda Colombia, las carreteras tienen peajes y no es que sean autopistas ni autovías, son carretas normales. En estos peajes solamente las bicis y las motos están exentas de pagar, el resto a pagar como benditos.

- Es interesante el tema de las gasolineras piratas en la Guajira a base de garrafas para dar salida a la gasolina que se trae de contrabando desde Venezuela.

En otros países, este modelo de gasolineras a base de garrafas, es la única forma de acceder al combustible ya que no hay gasolineras. No es el caso de Colombia, que por las carreteras es frecuente encontrarlas. Lo que no entiendo es como les sale el Business-Case a las que tienen las de La Guajira, pues si su gasolina es peor y más cara, Quién reposta en ellas???


- Los taxis son iguales en todas las partes de Colombia. Son amarillos como los de NY.

- Las tartas no tienen desperdicio, tanto por el colorido como por sus motivos decorativos.


- En los supermercados hay cajas especiales para embarazadas y personas mayores. Había visto cajas rápidas para las personas que van con poca compra, caja en las que solo se paga con tarjeta, pero no está "especialización" como si fuera un autobús para tener preferencia en los asientos.

- Las ciudades suelen tener un trazado geométrico, con calles perfectamente perpendiculares formando las famosas “Cuadras”. A la hora de nombrarlas, se llaman Calles las que van en un sentido y Carreras las que van perpendiculares a las anteriores y se numeran. De todas formas, algunas tienen nombre propios.


- En las matrículas, aparece el nombre de la ciudad en la que está dado de alta el vehículo. Las hay en dos colores:

Las matrículas blancas las tienen los vehículos públicos y en éstos, a parte de las placas que van en el frontal y en la trasera, deben tenerla pintada en las puertas del conductor y copiloto.

Las matrículas amarillas, las tienen los vehículos privados. En este caso, no la tienen pintada en las puertas.


- Los motoristas, deben ir con la matrícula impresa en el chaleco y en el casco y claro está los números deben coincidir con la placa que lleva la moto. Esta medida es por seguridad, los sicarios suelen usar las motos para ejecutar sus atentados.

En el caso de las matrículas de las motos, no aparece la ciudad, en todas aparece “Colombia”


- Por la carretera a veces aparecen estrellas pintadas, se trata de sitios donde ha muerto alguien por un accidente de tráfico, es un poco como las cruces o ramos de flores que nos encontramos por algunas carreteras en España.

Esta tradición ha sido utilizada por el gobierno para una de sus campañas viales que consiste en poner carteles alertando del peligro que supone tener conducción con el lema "No más Estrellas".

Estos carteles están por todas las carreteras del país, casi siempre, al lado de uno de los peajes.


- En toda LATAM es usual que se revendan minutos de móvil, pues no todo el mundo dispone de saldo en sus terminales. Por ello no es extraño encontrar en cualquier lugar a una persona dedicada al minuteo, que es como llaman a esta modalidad de consumo de telefonía móvil.

Hay algunas escenas graciosas, personas con varios terminales atados con una cadenita al chaleco para que los clientes hablen sin escaparse con ellos, lo malo de este sistema es que privacidad de la conversación no está garantizada :)


- Se nota que a los colombianos les gusta el juego, por todos los lados hay casas de apuestas, salas con tragaperras y puestos que venden boletos de lotería.


Lo que más me impresionó es que cuando salimos de Bogotá, que eran las 4:00 am, no había nada abierto, poca o nada de gente por la calle. Lo único que tenía luz y tenía gente dentro eran salas con máquinas tragaperras que brillaban en medio de la oscuridad con sus neones de colores.

- Otra cosa que extraña es que no se ven, por toda Colombia, coches aparcados en las calles, si vas en coche tienes que dejarlo en un "Parqueadero". Hay muchos en las ciudades, en España también hay parkings públicos, pero existe la opción de aparcar en la calle aunque sea cotizando el consabido pago por zona azul/verde.


Incluso en las zonas de la ciudad un poco más residencial, tampoco se ven los coches aparcados en las puertas de las casas, si los tienen, los meten en una especie de terraza enrejada que tiene en la parte delantera.

- En el PN Tayrona, hay varios carteles denunciando que se están introduciendo especies que no son autóctonas que están ocasionando la desaparición de parte de su flora y fauna. Uno de ellos es el de este pez León originario del Pacífico.


- Hay muchos periódicos sensacionalistas, en sus portadas solo se ven: asesinatos, tiroteos… son como “El Caso” que ya ha desaparecido en España.


- Es el país de la música a tope, en todos los lados que hay música el volumen es insoportable. Ahora entiendo el por qué, en España, mis antiguos vecinos, tenían la música a tope con las ventanas abiertas. Es algo cultural.

La música que se escucha habitualmente es: salsa, bachata… la verdad es que estar escuchando todo el rato lo mismo cansa. Hay gente que opina como yo:


- En este país, es más complicado conseguir bollas de agua que de refrescos (bueno de gaseosas). Se encuentra fácilmente las botellas o bolsas de agua de 33cm pero las de 1 o 1,5 l son más complicadas.

Me extraña el precio, en un súper, una botella de agua de un litro no baja del euro y algo más. Incluso la botella de Coca-Cola es más barata.

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