miércoles, 12 de septiembre de 2012

Colombia Sep - 2012 3/5


 Colombia Sep - 2012 3/5


Miércoles 12 Septiembre - (Finca Cafetera)

A las 7:00 salimos hacia Armenia, la capital del departamento. Esta ciudad no tiene mucho que ver, el terremoto de 1990 que azotó el eje cafetero, se dejó notar en el Quindío y causó muchos daños en Armenia. Aún se ve aún grupos de casa tipo adosados en fase de construcción para reponer las casas destruidas.

Vamos a la Central Mayorista de Armenia, su particular "Merca Madrid". Hasta aquí llegan los agricultores de la zona para vender sus productos, funciona la ley de la oferta y la demanda para poner el precio a los productos.

A la entrada, encontramos a un señor que prepara un batido que llama "Siete Machos". Lo prepara en su R4 tuneado, donde tiene todo lo necesario: la materia prima, batidora, agua para lavar.... Es una mezcla un poco fuerte para tomársela a estas horas, pero aun así, tiene clientela.


El mercado tiene mucha actividad:


El recorrido por la zona cafetera lo haremos en los famosos willys, son los coches que el ejército americano usaba en la segunda guerra mundial. Al finalizar, los vendió a sus vecinos del sur. Estos modelos ya ni se fabrican por lo que son los propietarios los que se tienen que buscar la vida para repararlos y conseguir las piezas de repuesto. El color camuflaje inicial ha dado paso a toda la gama del arco iris, los hay de todos los colores.


La Federación Cafetera controla el cultivo y la comercialización de todo el café de Colombia aunque es realmente la bolsa de New York la que marca el precio, como cualquier otro valor bursátil, el precio varía cada minuto.

La Federación Cafetera tiene una parte de I+D, donde se ocupan de crear nuevas variedades más resistentes a las plagas, son los que recomiendan a los cultivadores las modalidades mejores en cada momento. Antes se cultivaba sobre todo variedad Arábica y Borgón que aunque daban un café de muy buena calidad, eran muy atacadas por la rolla. Ahora se suele plantar las variedades Cazurra, Castilla y Gran Colombia. La Federación Cafetera vende semillas de estas últimas variedades certificadas ante enfermedades, es la mejor opción a la hora de hacer una nueva plantación.

Para arrancar una plantación hay que empezar desde el principio, la semilla. Hay viveros donde se encargan de convertir estas semillas en plantones, el proceso es sencillo: Se ponen las semillas en una cama de arena creando así un semillero que se llama "Germinador", suele estar cubierta por una malla. Se dejan las semillas unos 45 días enterrados hasta que germinan. A la plantita que sale, cuando tiene aún los granos de café se le llaman "Fosforito" y cuando ya solo tiene la hoja "Chapoa". De aquí viene el nombre de “chapoleras” que se les da a las mujeres que se dedican a recoger el café en las plantaciones.


Estas plantitas, se trasplantan a unas pequeñas bolsas llenas de arena. Llenar las bolsas es complicado, pero ya se sabe, la práctica hace mucho, este chico las llenaba con una velocidad alucinante. Pagan 5 pesos por bosa y pueden hacerse entre 4.000 y 5.000 al día.


Las bolsas con el café germinado se van colocando en filas y se deja que crezcan. Hay que ir abonándolas  y regándolas cada 15 días. A los 60 días están preparadas para ser vendidas, el precio por planta es de unos 200 pesos.


Desde el vivero directamente a la plantación. Las plantas se deben poner en líneas con una cierta separación entre ellas, si no, no crecen en buenas condiciones y la cosecha es más pequeña. Durante los dos primeros años, la planta no da fruto, después vienen cinco años que si es productiva. El fruto va saliendo primero por las ramas bajas y a medida de que crece aparecen por las de arriba. Al llegar a los siete años, es necesario cortar el tronco muy cerca de la tierra, a esta acción la llaman "Zoquear". Con esta acción, crece una nueva planta, que sigue el mismo ciclo que la primera: 2 años para madurar y 5 para dar café. Al final del nuevo ciclo, hay que quitarla y poner una nueva planta.

Hay dos cosechas al año: La gran cosecha en septiembre/octubre y otra más pequeña en mayo/abril a la que llaman "La traviesa". Cada una de las plantas, puede dar hasta 1Kg de café al año sumando las dos cosechas.

Este proceso hace que una plantación de café sea una apuesta a largo plazo, por ello, lo que se suele hacer es tener plantas de distintas edades para que los periodos de no cosecha no coincida en toda la plantación a la vez. Por otro lado, en los sucos de las plantas que aún no dan frutos, se aprovecha para plantar otras cosas como maíz, yuca, patatas o frijoles para tener flujo de caja.

El café se planta en alturas de entre los 1.200 y 1.800m que es donde se dan las condiciones de humedad y temperatura adecuadas para su crecimiento.

La planta del café es un pequeño árbol y aunque parezcan frágiles no es así por eso, al estar las plantaciones en laderas con gran inclinación, los recolectores suelen ir con un cinturón que pasan por el tronco de la planta para no caer mientras recogen el grano.

Al salir del vivero encontramos uno de los famosos hoteles del amor, muy habituales en Colombia, en este caso, se anuncia a bombo y platillo.


El recorrido de hoy nos hace recordar la Tierra Patria, empezamos por Barcelona, un pequeño pueblecito con la típica plaza cuadrada con muchos árboles. En ella, hay un bar que pone un granizado de café muy bueno, recomendable hacer una paradita. Barcelona también se vio muy afectada por el terremoto de 1990.

Por el camino encontramos a una familia que está recogiendo café, están cerca de la carretera así que paramos para ver el proceso.


Recogen el café grano a grano, seleccionando solamente los que están maduros, ya nos lo decía Juan Valdez :).Esto es lo que hace que el café colombiano sea uno de los más apreciados del mundo.


Van marcando las filas, para saber por dónde van. En este caso lo marcan con un palo que termina en una cabeza de muñeco, es un poco tenebroso y nos comentan que es en recuerdo a un niño que murió en la plantación.


El café recogido se mide en galones, donde un galón son unos 18/20Kg. Se paga al recolector unos 6.000 pesos por galón. La familia que hemos visto puede recoger unos 7 galones al día.


Siguiente parada Córdoba, otro típico pueblo cafetero. Esta zona es tan fértil, que hasta los cables del tendido eléctrico es un buen soporte para que crezca vegetación, increíble.


Probamos los Cullabritos, un dulce típico de la zona, son como caramelos de tofe pero más blanditos y con trocitos de coco, están buenos pero son una bomba energética.

Nueva parada Pijao, otro bonito pueblo del eje cafetero que está a unos 2.000m. Este pueblo junto con Córdoba y Génova han sido muy azotados por la guerrilla, de esta zona era Tiro Fijo, el conocido líder guerrillero. El pueblo tenía varios puestos del ejército para perseguir a los guerrilleros, en época de Uribe se llegaron a dar premios por cada guerrillero capturado o abatido, esto hizo que aparecieran los "Falsos Positivos" que eran todas las personas a las que se mataron basándose en que eran de la guerrilla, pero realmente no era así.

Lo primero que hacemos al llegar es subir andando a un mirador para disfrutar de las vistas y a continuación entramos paseando por el pueblo, es increíble, tienes unas casas preciosas, muy bien cuidadas y muy coloridas.


Es interesante como reciclan las botellas de plástico:


Visitamos una cooperativa cafetera que hay en el pueblo. Aquí compran la producción cafetera a los agricultores y el sistema para calcular el precio es interesante, pues aunque el precio varía con la bolsa, la calidad del grano afecta también el precio final en cada momento.

La Federación cafetera, pone el precio base a un café con calidad del 93'33%. El nivel de calidad que se toma como base va variando con el tiempo en función de las cosechas. Tanto el precio como el nivel de calidad base se fijan para todo el país.

Los nombres que toma el grano de café a medida que va siendo procesado son:

- Cereza.- Es el grano que está directamente en la planta. Cuando está maduro es rojo. 


- Pergamino.- Grano seco al que se le ha quitado la corteza que le da el color rojizo. 


- Almendra.- Grano sin cáscara (es una cáscara es fina como una piel finita que lo recubre). 


- Pasilla.- Es el grano con algún tipo de fallo.


Los sacos de café que llegan a la cooperativa son con grano tipo pergamino.


Lo primero que se hace es una cata, se sacan unos 250gr de cada uno de los sacos. Se les quita la piel con una máquina para conseguir la almendra y se pesa.


Ahora toca la hora de seleccionar el grano, se van quitando todas aquellas almendras con algún tipo de fallo y se vuelve a pesar la almendra que ha pasas el filtro. Tienen en la pared un cartel con todos los fallos que puede tener la almendra.


Con todos los datos de peso, se calcula el porcentaje de grano bueno respecto a lo que pesaba inicialmente el pergamino. Y con una simple regla de tres se calcula en precio teniendo en cuenta que el que tiene el café con una calidad del 93,33 % es el que marca en ese momento la bolsa de New York.


Al caficultor, se le paga el precio de los sacos que ha llevado en el momento, esto es una ventaja pues la Confederación siempre está obligada a comprar la cosecha y pagan en el acto, la parte mala es que no se puede controlar en precio ya que se marca en New York.

Estos sacos llegan a las instalaciones que tienen la Confederación en Chinchinata, allí son máquinas industriales las encargadas de quitar las peladuras y quitar las almendras con fallo. Después a las buenas, las pasan por unos tamices para separarlas en tres grupos en función de su tamaño: pequeño, mediano y grande.

Tanto la pasilla como las almendras de los tres tamaños se tuesta y se envasa para vender. La pasilla se queda para consumo interno en Colombia mientras que toda la producción de almendra es para exportar bajo la marca "Juan Valdez". No es de extrañar que el café que tomamos aquí no sea muy bueno, se quedan con la parte mala de la cosecha.

Antes de abandonar el pueblo, una parada en uno de los cafés de la plaza. Tienen una cafetera espectacular, es italiana y tiene 75 años (el sistema de enchufe tampoco tiene desperdicio). Pero que no engañe tanta tecnología punta, el café es malísimo aunque no tiene la culpa la cafetera sino la calidad del café. Aquí usan uno de muy, muy mala calidad, no hay quien lo beba.


Siguiente parada, una finca cafetera que está en activo llamada "El Balcón". En su entrada hay un árbol con flores amarilla llamado Guallacán que ha cubierto la carretera con sus flores formando un precioso tapiz amarillo.

En la finca, podemos ver la parte de la producción del café que aún no hemos visto. Aquí llegan los recolectores con sus "cocos" llenos de café en cereza. Para medirlos, van llenando unas latas, cada lata es 1 galón, si el coco llegan lleno puede llenar hasta 2 latas. Se apuntan el número de latas que se llenan con el fin de pagar al fin del día lo recolectado.

En la finca trabajan jornaleros en dos modalidades:

- Los que vienen solamente en época de recolección.- Estos viven en la finca y comen en la finca. La cama es gratis, pero deben pagar la comida (unos 7.500 pesos) que descuentan de lo que deben pagarles por el café recogido, unos 8.500 pesos por lata.

- Los contratados para hacer otras tareas, como plantar, abonar ... .- En este caso, viven también en la finca, les pagan 74.000 pesos a la semana y no tienen que pagar ni por la cama ni por la comida.

Los cocos se vacían en una especie de piscina con un hueco en su parte inferior que hacer que los granos caigan a la planta inferior.


Vamos a la planta baja, aquí lo que se hace es quitar la cubierta rojiza y lavarlo para eliminar toda la sustancia gelatinosa que lo cubre, no huele muy bien, la verdad.


Los desperdicios caen a una especie de piscina que está en la calle, estos residuos se reutilizan para fertilizar los campos.

El grano limpio hay que secarlo, lo tradicional es que se seque al sol para ello lo ponen en el terrado de la casa, se necesitan unos tres días para que se seque del todo, pero si se tiene prisa o está lloviendo, se puede hacer en los secaderos que son unos silos que lo calientan y consiguen secarlo en un día.


En esta hacienda, no venden su grano en la cooperativa, ellos hacen y comercializan su propio café con la marca "El Balcón". 


Seguimos en los willys recorriendo la zona, es una gozada ir de pié sintiendo el aire en la cara, hay que tener cuidado cuando se pasa por zonas con árboles cercanos a la carretera para que no te den las ramas en la cara o en los brazos.


En el eje cafetero, no solo se cultiva café. Muchos caficultores han cambiado el café por el plátano. Este cambio tiene:


- Ventajas.- Se planta y se cosecha en unos 14 meses y su precio no depende de la bolsa.

- Desventajas.- No existe una confederación del plátano que te asegura la compra de la producción, debes ir al mercado y entrar en el juego de oferta y demanda.

Por otro lado, el plátano, al no tratarse realmente de un árbol sino de una mata, es muy frágil y con su altura está indefenso ante los fuertes vientos que a veces asolan la zona. Es muy habitual perder toda la cosecha tras un vendaval.

Algunas notas sobre la producción de plátanos.- Solamente dan fruto las plantas hembra, antes de plantar se seleccionan las semillas para solamente utilizar las que son dadas por una planta de plátano hembra (pues solo dan semillas hembra).

Las propias plantas, van generando nuevas plantas hijos que crecen al lado de su tronco, hay que entresacarlas para que la planta principal tenga todos los nutrientes pero se suelen deja 1 o 2, para que sean sus sucesoras cuando la principal caiga.

Una mata, solamente da un racimo y el tiempo que se tarda en producirlo son unos 14 meses. Al empezar a generarse el racimo, le cortan la bellota, unos cuantos de los plátanos y lo ponen una bolsa para protegerlo. Desde que se cubre, pasan unas 14 semanas hasta que está preparado para ser cortado. El peso del racimo, depende de si se trata de plátanos, en cuyo caso es de 10/12 Kg. y si es de bananas es de 35/40 Kg.


Terminamos el recorrido en el mirador del pueblo de Buena Vista, el pueblo y el valle está a nuestros pies.


Ya oscurecido, emprendemos la vuelta a la hacienda cafetera, hoy ya no toca lavar ropa así que me tomo un merecido remojo en el jacuzzi antes de cenar.





Jueves 13 Septiembre - (Finca Cafetera - Salento)

A las 7:30 de nuevo en ruta vía el valle del Cocora.

El valle de Cocora se localiza en el curso alto del río Quindío, a una altura entre los 1.800 y los 2.400m sobre el nivel del mar. Está a unos 24 Km al noreste de Armenia, en jurisdicción del municipio de Salento.

Su altitud y su clima frío, son ideales para que las condiciones de humedad envuelvan en la niebla los numerosos ejemplares de las palmeras más emblemáticas de Colombia, conocidas como Palma de Cera del Quindío (más precisamente Ceroxylon quindiuense) que es el árbol nacional de Colombia.

Las Palmas de Cera pueden llegar a medir 60m, su penacho se les cae cuando mueren y después se desploman. Son altas pero su tronco es delgado, lo que las hace muy vulnerables a los vientos, a muchas de ellas las tira si el viento es fuerte.

El Valle del Cocora es ideal para realizar caminatas, cabalgatas, o simplemente contemplar el paisaje y tomar fotografías recorriendo senderos correctamente demarcados. Cocora está considerada como el punto de partida para emprender una visita más completa al Parque Nacional Natural Los Nevados, una de las maravillas naturales de Colombia.

Salimos del aparcamiento del Cocora, a unos 2.300m, nuestro camino atraviesa potreras (pastos). Hay muchos carteles que avisan que son propiedad privada y que no se debe abandonar el camino para pisarlos.

Empieza a pintear, me pongo la capa, no ya por las pocas gotas que caen sino para protegerme del viento, no pensaba yo que pudiera hacer tanto frio.


En unos pocos metros, dejamos los espacios abiertos y entramos en un bosque subtropical que te envuelve con su vegetación.


El camino va paralelo al río Quindío, y lo va cruzando cada poco en cuyos puntos hay puentes colgantes para facilitar el paso. Unos más estables que otros, algunos están algo destrozados y hay que tener cuidado en todos con las alambres que los sujetan pues en algunos sitios están sueltas y te las puedes clavar.


Llegamos a una bifurcación del camino, hacia la izquierda la Finca de la Montaña y a la derecha Acaime que es nuestra dirección. En este punto ya estamos a 2.600m.


Desde mucho tiempo antes de llegar a Acaime, a cada metro, tienes un cartel avisando que Acaime es una propiedad privada y que si entras tienes que pagar 3.000 pesos pero que con la entrada te dan una bebida. Son muy pero que muy pesados con los cartelitos, te especifican incluso lo que puedes beber: café + queso, chocolate o gaseosa. Incluso, cuando llegas a la valla de entrada está el último que dice: "Si pasa de aquí va a tener que pagar los puñeteros 3.000 pesos".


Acaime es una especie de huerto con una casita donde vive su propietario y la peculiaridad es que tiene comederos para los colibríes, así que puedes disfrutar de ellos mientras te tomas el café, chocolate o gaseosa.


Volvemos por el mismo camino hasta la bifurcación, ahora tomamos el camino de la izquierda hacia la finca de la Montaña. El tramo es muy empinado, es un camino en zig-zag entre un espeso bosque. La subida no se hace tan dura como pensaba y disfruto del ejercicio en la montaña. Arriba estamos a 3.000m. Es una zona privada con una casa pero hay entrar y cruzarla para alcanzar la pista que usaremos de bajada. La casa está muy cuidada y tiene muchas flores que le da color.



La bajada es muy agradable, la pista es ancha y de frente vamos viendo el valle y las palmas de cera dobladas por el viento, que ahora sopla fuerte y hay momentos que casi nos tira a nosotros.



Dejo la pista y bajo atrochando ladera abajo, quitando una primera parte que es más empinada, el resto es sencillo. Se cruzan las potreras donde pastan tranquilamente algunas vacas ajenas a mi presencia.


El final del recorrido es de nuevo el parking de la Cocora. Han sido unos 12Km de caminata y aunque amenazaba lluvia al salir, no ha descargado y nos ha dejado disfrutar del paseo.

Siguiente parada: Salento, aquí tenemos el alojamiento, es una casa colonial que se ha convertido en hotel, es muy agradable y está en la calle principal del pueblo. La dueña es una señora que se llama María Helena y es un poco peculiar pero muy agradable.

Salento es la población más antigua del Quindío fue fundada en 1842, su temperatura promedio es de 18 grados centígrados y tiene una población aproximada en el caso urbano de unos 3.000 habitantes y en la zona rural de 5.500 habitantes.

Es un pueblo no demasiado grande muy cuidado y con unas preciosas casas de estilo paisa, este estilo se caracteriza por su intenso colorido, sus grandes puertas en madera muy trabajada, ventanas de igual estilo y grandes balcones que sobresale del frente de las casas.

Paseando por sus calles se puede disfrutar de:

- Plaza de Bolívar.- En ella se encuentran los monumentos al libertador simón bolívar en la cual aparece una placa donde hace alusión al paso del libertador por estas tierras, también se encuentra un monumento al señor Pedro Vicente Henao uno de los fundadores de Salento y primer maestro de escuela del municipio. 


- Calle Real.- A lo largo de la calle hay casas preciosas, todas alojan una gran variedad de almacenes y talleres de artesanías donde se exhiben trabajos en madera, guadua, fibras naturales, tejidos, joyería, entre otros. Además en algunos locales se encuentran productos alimenticios a base de café y restaurantes de comida típica. 


- Iglesia de Nuestra Señora del Carmen.- Fue la primera parroquia en establecerse en el Quindío en 1843. Inicialmente tenía dos torres pero tras los terremotos de los años veinte la iglesia se reconstruyo con una sola torre. Posteriormente, fue afectada por el terremoto de 1999 y aún sigue en fase de remodelación. Su construcción es representativa de un arte español y colombiano que combinan maravillosamente.


- Eco-parque el Mirador y Alto de la Cruz.- Para llegar al mirador y al sendero alto de la cruz hay que subir al Vía Crucis, un conjunto de escaleras que con sus 253 escalones llevan al alto de la cruz, tiene en sus descansos escenas del camino de Jesús hacia el calvario. Desde arriba, se divisa el valle de Cocora y el casco urbano de Salento.

El pueblo es muy bonito, pero para mi gusto, demasiado orientado al turismo. La parte buena, es que no debe ser temporada alta pues salvo unos pocos mochileros americanos, no hay más turistas por el pueblo. También se nota la presencia militar.


Cenamos en un restaurante muy agradable de la plaza, parece una tienda de antigüedades, por todos los lados hay artículos antiguos de todo tipo.



Información del Hotel
Hostal La Pasada del Café
Carretera 6 Nº 3-08 Salento (Quindío)
Web: www.laposadadelcafe.webs.com
e-mail: malenacafe@yahoo.

Valoración: Buena
- La habitación es pequeña pero la cama está bien.
- Algo de ruido, me ha tocado concierto de perros para amenizar la noche.
- Tienen wifi libre
- Desayuno espectacular




Viernes 14 Septiembre - (Salento - Medellín)

Después de un desayuno espectacular que nos ha servido María Helena, salimos. El día es duro, van a ser muchas horas de carretera hasta llegar a Medellín. No son muchos Km, la carretera no es mala, pero inexplicablemente se van las horas.

A la salida de Salento, hay una finca con la casa destrozada, es la hacienda ganadera de Carlos Leder, el primer narco colombiano que fue extraditado a Estados Unidos, aún sigue en la cárcel y eso que ya tendría que haber terminado su condena por las reducciones que ha ganado por estudiar derecho durante su estancia en la cárcel.

Hasta los años 80, los narcos vivían tranquilos en sociedad, Pablo Escobar llegó incluso a ser congresista. Con el cambio de la constitución, el escenario cambia y empiezan a ser perseguidos cuando EEUU pide su extradición.

Pasamos al departamento de Risaralda, atravesando su capital: Pereira. No se ve que sea muy atractiva para pararse a visitarla. Pereira es conocida por ser la capital más caliente del eje cafetero, entendiendo por caliente: la temperatura, se encuentra solo a 800m, la violencia y el sexo. Hace unos años, saltó a las páginas de los periódicos de medio mundo una huelga de sexo que empezaron las novias de los pandilleros para quejarse y pedir que dejaran de pelearse entre sí. Al final, ellas terminaron cediendo y abandonando la huelga.

Gaviria era de Pereira, donó a la ciudad un puente, se le ha tenido que poner protectores para evitar ser usado por los suicidad de la ciudad como ha ocurrido con el Puente de Segovia de Madrid.

El paisaje durante el camino es bonito, muchas acacias, plataneros y plantaciones de café, todos ellos salteados por varios moteles del amor.

Parada técnica en un bar de carretera al lado del río Cauca. En la otra orilla, hay personas mazamorreando, el cauca es un río aurífero, pasa por zona de minas de oro y algo arrastra, lo que no se el cuándo de productivo es estar todo el día dando a la batea.


Seguimos hasta el puerto de la Pintada, ya solamente quedan 45 Km hasta Medellín. Aquí, de nuevo, cambia el paisaje. Las potreras dominan las laderas, la ganadería es importante en esta zona.

Antes de llegar a Medellín hay que atravesar Envigado, una gran ciudad que crece al lado de Medellín. Es famosa por ser el lugar donde Pablo Escobar construyó la "Cárcel Privada"  donde pasó su "arresto domiciliario" hasta que se fugó.

Medellín es conocida como “la ciudad de la eterna primavera” gracias a su clima primaveral y la calidez de sus habitantes, los “paisas”, sumado a que es un centro de arte y cuna de grandes artistas, que, como Fernando Botero enriquecen con sus esculturas las plazas de la ciudad. La convierte en un importante destino turístico.


Algunas notas sobre Medellín: 

Medellín es la capital del departamento de Antioquia. Está situada a orillas del río Medellín, en el centro del estrecho Valle de Aburrá de la Cordillera Central. Tiene una población de unos 2,4 millones de habitantes en la ciudad y 3,6 su área metropolitana, lo que la hace la segunda ciudad más poblada de Colombia, después de Bogotá.

Hace 10.500 años ya había en el Valle de Aburrá tribus de cazadores y recolectores. Desde el Siglo V a.c empezaron a aparecer asentamientos con cultivos de maíz y fríjol, criaban curíes y perros mudos, tejían mantas de algodón, comercializaban sal, y conocían la orfebrería.

La primera vez que los españoles divisaron el Valle de Aburrá fue en 1541, pero dado que no había oro ni plata, los españoles no prestaron mucha atención al valle y se fueron.

En 1616, Francisco de Herrera Campuzano creó en la zona un poblado "San Lorenzo de Aburrá" con indígenas traídos de varias zonas del valle, en lo que hoy es el barrio El Poblado,  pero no puede ser considerado como el origen de Medellín.

El 2 de noviembre de 1675, se expidió el auto que lo convertía en Villa y se le dio el nombre de Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín en homenaje a Pedro Portocarrero y Aragón, Conde de Medellín en Extremadura, y entonces presidente del Consejo de Indias.

En 1813, la provincia de Antioquia proclamó su independencia de España y en 1826 Francisco de Paula Santander elevó a Medellín a la categoría de capital de la provincia de Antioquia. Aquí en 1927 nace la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.

A comienzos del siglo XX, Medellín, que apenas contaba con unos miles de habitantes, experimentó una radical transformación con la llamada industrialización. El sector de la confección marcó el inicio de la industrialización en el Valle de Aburrá, pero muy pronto se sumaron otros sectores tan diversos como el del vidrio, el calzado, los alimentos de consumo masivo, la siderurgia, el transporte aéreo, los electrodomésticos... Y se convierte también en uno de los principales centros culturales de Colombia.

A mediados del Siglo XX, se produce una recesión y es entonces cuando el contrabando, primero, y luego el narcotráfico, aparecen como alternativa para miles de personas que no tenían en el mercado legal ninguna, o muy poca, posibilidad de encontrar empleo o de ejercer una actividad económica rentable.

Es difícil separar la historia de Pedro Escobar de la de Medellín, la ciudad va a sufrir todo el peso de la lucha entre el narcotráfico y el gobierno central en la década de los ochentas. Aparecen el narcoterrorismo, el sicariato, las bandas delincuenciales en los barrios populares y el asesinato de jueces y de políticos

La muerte de Pablo Escobar, en 1993, supuso el fin del llamado Cartel de Medellín. Pero la desafortunada presencia de la guerrilla y el paramilitarismo en la nación hace todavía difícil conseguir una armonía comunitaria como fuera de desear.

En Medellín se arrancaron medidas pioneras para cambiar esta situación de violencia: Acercar los barrios conflictivos a la ciudad y facilitar su acceso a la cultura. Uno de los buques insignia ha sido la fuerte inversión en grandes obras de infraestructura como la construcción del Metro-plus y las tres líneas de Metro-cable que llenan de orgullo a los medellinenses. Hoy, después de asumir la reinserción a la vida civil de actores de la violencia, Medellín se presenta ante el mundo como modelo de paz y reconciliación intentado borrar ese pasado que la etiquetaba como la ciudad con el mayor índice de violencia del mundo.


Medellín es una gran ciudad, cuesta cruzarla pero al fin llegamos al hotel, está céntrico, al lado de la plaza de las Estatuas. Dejo la maleta y a pasear.

Es viernes tarde y hay mucha gente por la calle, empezamos por la calle peatonal "Pasaje Junín". Está llena de puestos de flores y vendedores ambulantes con todo tipo de mercancías, me llama la atención la cantidad de puestos de calcetines que hay.

Es complicado avanzar cuando deja de ser peatonal ya que aumenta la concentración de vendedores y hay que compartir el espacio con los coches. Llegamos al Parque/Plaza de San Antonio, fue construida en 1994 y es la plaza más grande del centro de Medellín: tiene aproximadamente 33.000 m². Es un lugar para el encuentro ciudadano y para la programación de eventos públicos. Tiene como especial atractivo tres esculturas monumentales de Fernando Botero y otra escultura, "El Portón de San Antonio”, una obra moderna de Ronny Vayda.


Esta Plaza/Parque, como otros muchos puntos de la ciudad, tiene un hueco en la historia de la violencia. Aquí el 10 de Junio de 1995 explotó una bomba que habían colocado dentro de una de las estatuas de Botero que representaba un pájaro, en este atentado murieron 22 personas entre las que se encontraban niños. Aún no se ha conseguido determinar quién o quiénes fueron los artífices del atentado ya que hay dos hipótesis: Pablo Escobar o el partido Pepe "Perseguidos por Pedro Escobar" que lo organizaría para que se achacara la autoría a Escobar y poner así al pueblo en su contra. Como recuerdo de la barbarie, se mantiene la estatua original, destrozada por la explosión con una placa conmemorativa que recuerda a todos los que perecieron en la explosión a la que se ha bautizado como "Pájaro de la Paz".   
                                                                                   

Es una plaza muy popular, tiene varias terrazas. Nos sentamos a tomar algo en una y es imposible aguantar con el volumen al que tienen la música, tenemos que pedir que la bajen un poco pero aún con unos decibelios menos sigue siendo molesta para el oído.

Cena en "La Hacienda Real" un bonito sitio en el Pasaje Junín que evoca una típica casa paisa. El sitio es agradable, la comida bien lo malo, otra vez, los volúmenes de la música. En este caso es música en vivo, como ya es tarde somos de los pocos comensales que estamos y es horrible no poder ni escucharte las ideas, los decibelios lo llenan todo.

Definitivamente, el volumen de la música, es lo único que no me gusta de Colombia. Y como estoy de acuerdo con el sabio dicho: "Si no puedes con ellos, únete" en vez de ir a dormir y no pegar ojo por el ruido de los rumbeaderos que rodean el hotel, vamos a conocerlos.

Lo de estar en un local donde te dan una mesa y se piden botellas de alcohol enteras no es lo normal en España, ya lo había visto en Asia, pero me sigue chocando, más cuando yo no bebo. Conseguimos hacer entender a la camarera que nos toca que no queremos una botella y nos trae lo que pedimos acompañado por un cuenco de palomitas, esto termina por descuadrarme, pero están muy buenas.

El local tiene una pista para bailar rodeado de las mesas donde estamos sentados los espectadores. Da gusto verlos bailar, no es que para canción haya unos pasos marcados, cada pareja tiene su coreografía pero la base del ritmo es la misma. Lo que más choca es que no bailan con su pareja, cualquiera puede sacar a bailar a otra persona en la sala (suelen ser los chicos los que sacan a bailar a la chica) aunque la chica en cuestión esté acaramelada con su acompañante. Está claro que salen a "BAILAR" y ese es el objetivo, lo de ligar está en un plano paralelo.

Lo de la vista a un rumbeadero ha sido una buena experiencia, me ha permitido conocer otra faceta de Colombia.

A la vuelta al hotel, encontramos algunas personas que nos piden dinero, se ve que están borrachos o fumados. Es la primera vez desde que he llegado a Colombia que lo veo, puede ser que, si quitamos Bogotá, es la primera vez que estamos en una gran ciudad y estas cosas son más habituales en ellas que en el campo.




Información del Hotel
Hotel Nutibara
Calle 52 A # 50-46 Medellín
Web: www.hotelnutibara.com
e-mail: reservas@hotelnutibara.com:

Valoración: Buena pero solo por la ubicación
- Ubicación perfecta, al lado de la plaza de las Estatuas, en pleno centro.
- El hotel está muy viejo no han hecho reformas desde que lo inauguraron hace un siglo. Ahora está en obras así que espero que mejore.
- El baño deja mucho que desear, la ducha está desarmada, no tiene las escayolas del techo y se ve el encofrado, da una sensación de desastre total
- Es muy ruidoso, está rodeado de Rumbeaderos con música alta hasta las mil y ni se han preocupado de poner ventanas que cierren bien para intentar atenuar el sonido.
- El desayuno es tipo bufet pero muy pobre nada que ver con los que hemos tenido hasta ahora y los camareros creo que no han entendido el concepto "Bufet" pues están encima para servirte ellos lo que está en el mostrador.
- Tienen wifi gratis, pero con las obras la cobertura es mala y solo hay una zona del lobby donde se pilla señal medio decente



Sábado 15 Septiembre - (Medellín)

Hoy día completo para conocer Medellín, no madrugo demasiado, pero a las 8:00 ya estoy pateando por ahí.

Lo primero, visita a la plaza de las Estatuas. Es una céntrica plaza flanqueada por el Museo de Antioquia y el Palacio de la Cultura pero lo más distintivo son las 23 estatuas que el maestro Fernando Botero donó a la ciudad en el año 2000 y que ya son una seña de identidad de la ciudad. Esta plaza forma parte de la iniciativa de acercar la cultura al pueblo, ha permitido que la gente pueda conocer, tocar y abrazar estas gigantescas esculturas que han recorrido el mundo y que ahora forman para del legado de Medellín.

Al entrar, una de las gordas nos recibe de espaldas, está mirando embelesada el Palacio de la Cultura 


Después, un recorrido minucioso para disfrutar de sus gordas, gordos y caballos desproporcionados:


Aunque es temprano, ya hay mucha vida en la plaza y en sus alrededores. Impresiona la cantidad de gente que se ve que ha dormido en la calle y que a estas horas aún sigue bajo los efectos del alcohol o las drogas, no se meten con nadie, van a su bola.

Hay ya muchos vendedores ambulantes sobre todo de tintico, tabaco y minuteo, algún predicador e incluso algún grupo regalando su música para alegrar la mañana a los viandantes.


Al lado de la plaza está la Ermita de la Veracruz, se trata de la iglesia más antigua de la ciudad. El Capitán Juan Céspedes de Hinestroza comenzó su construcción en 1682 pero no fue terminada hasta 1712 gracias a la colaboración de un grupo de europeos y forasteros.


Me meto de lleno en la vorágine de la Calle Carabobo, otra calle peatonal llena de puestos ambulantes, es una especie de rastro en medio de la ciudad donde puedes encontrar de todo.


Es interesante perderse entre la gente hasta llegar a la Plaza Cisneros, anteriormente era la Plza del mercado. En esta plaza están los emblemáticos edificios Vásquez y Carre de finales del XIX y que forman parte del patrimonio de la ciudad. En esta plaza también se ubica la Biblioteca EPM y un original bosque de 300 postes luminosos que crea el Parque de la Luz. 


En la casa Vásquez hay una especie de centro social con un agradable café en la planta baja,  una exposición de fotografías que muestran los cambios que ha ido experimentando la plaza desde que era la plaza del mercado de la ciudad y varios talleres donde están haciendo artesanías.


Al otro lado de la calle, está la Estación de Tren de Antioquía, la llegada del ferrocarril a Medellín marco un antes y un después en su historia. Marcó el inicio de la expansión industrial que impulso a la que era una ciudad de provincias hasta convertirla en la segunda ciudad del país que es hoy. Es por tanto un lugar que forma parte de la historia de la ciudad. Hoy está reconvertida en oficinas para bancos y otros negocios. Queda como testimonio de sus tiempos gloriosos una antigua locomotora.


Al lado, está el Edifico de la Gobernación de Antioquía, en su frente se encuentra el monumento a la raza. Al ser sábado está cerrado y solamente se puede ver desde las vallas de la calle.


Siguiendo por la acera, llegamos a un complejo de nueva construcción donde está: el edificio de las Empresas Públicas de Medellín, el Museo Interactivo EPM y el parque de los Pies Descalzos.

El parque de los Pies Descalzos fue inspirado en la filosofía Zen oriental; cuenta con un pequeño bosque de bambú, una zona de arena y fuentes de agua. La gracia es que por todos estos espacios se puede caminar con los pies descalzos, es un oasis de tranquilidad en medio de la ciudad. En la guía te lo venden muy bien, pero realmente no le encuentro la gracia


Esta zona es un cruce de vías anchas con mucho tráfico, han creado un entramado de pasos elevadizos para los peatones y ciclistas.



Al otro lado del puente está la Iglesia del Sagrado Corazón. Esta iglesia de estilo neogótico, es de planta rectangular, su interior está dividido en tres naves longitudinales. Sus altares fueron traídos desde Pietrasanta, Italia y su viacrucis fue construido en Venecia. El templo fue declarado Monumento Nacional de Colombia el 31 de agosto de 1998.  Está ubicado en el barrio Sagrado Corazón, conocido popularmente como Barrio Triste.


La iglesia está rodada de talleres mecánicos y en la calle de al lado, hay una especie de rastro de cosas usadas, que es un caos, pero que seguro que se puede encontrar de todo eso si, no parecen de segunda mano, mínimo de quinta.


Vuelvo hacia el centro, cruzando de nuevo la parte del mercadillo, es imposible saltárselo, ocupa casi todas las calles del centro.

El siguiente destino, la Plaza del Berrio, es un hervidero, no cabe un alfiler: músicos, vendedores ambulantes, charlatanes y los que como yo vamos a mirar.


Esta plaza en pleno corazón geográfico de la ciudad tiene una historia ligada con la del templo de La Candelaria que está en uno de sus laterales. La Plaza Principal, como se le llamó en un comienzo, era la antesala de la iglesia y allí coincidían los feligreses. Entre 1784 y 1892, funcionó allí el mercado público y también fue escenario de ejecuciones y actos públicos y políticos. En 1895, cambió su nombre por el de Pedro Justo Berrío y sufrió varios incendios: en 1917, 1921 y 1922. Las viejas casonas tuvieron que tumbarse y ceder el paso a modernas construcciones, donde tomaron asiento las sedes bancarias y del comercio.

Su cambio más drástico vino con la construcción de una estación del Metro de Medellín. Hoy sigue siendo lugar de encuentro de personas. En el centro se ubica la Estatua de Pedro Justo Berrío, en la esquina sur-occidental se aprecia La Gorda, nombre cariñoso que la gente ha dado a la escultura monumental del Maestro Fernando Botero. En otra esquina está la escultura El Desafío, de Rodrigo Arenas Betancur.

La iglesia que domina la plaza es la de la Candelaria, su primera construcción  en madera y techo de paja data de 1649 pero fue demolida en 1767 y construida de nuevo con cal y canto siguiendo el estilo neoclásico. En su interior, exhibe obras de arte religioso y un hermoso lienzo de la Virgen de la Candelaria del antiguo estilo colonial.

En 1868 cuando nació la diócesis de Medellín, se constituyó la Iglesia la Candelaria como la primera catedral, pero esto duró solo hasta 1931 cuando fue remplazada por la actual Catedral  Metropolitana.


Sigo callejeando hasta la Plza/parque Bolívar. Fue inaugurado en 1892, y es un lugar emblemático de Medellín. Por el costado norte se encuentra la Catedral Metropolitana de estilo neorromántico que comenzó a ser construida en 1875 pero no se terminó hasta 1931. Por el sur se conecta al Bulevar de Junín. Posee una densa y variada vegetación con numerosas especies nativas. En el centro está la estatua ecuestre del libertador Simón Bolívar, obra del escultor italiano Giovanni Anderlini y ejecutada por el también escultor italiano Eugenio Maccagnani. A su alrededor aún se conservan algunas casas donde en otra época vivieron prestantes familias de la ciudad.


Me sorprende la cantidad de pasajes comerciales y puestos callejeros que tiene el centro de la ciudad, vayas por donde vayas te encuentras alguno, no sé cómo puede haber negocio para todos.

Después de comer, visita a la Comunidad de Santo Domingo. Mi primera experiencia con el metro y me gusta, es moderno y funcional. El coste del billete es de 1.800 pesos, es recomendable comprar los que vas a necesitar de una vez pues las colas frente a las ventanillas a determinadas horas son interminables.


Para llegar a la Comunicada de Santo Domingo hay que tomar desde la parada Acevedo el metro cable hasta su última parada que es Santo Domingo, sirve el mismo billete de metro, no hay que salir de las instalaciones para hacer el cambio. Al subir a la cabina, parece que me falta algo, son como los que hay en las estaciones de esquí y allí hay que ir cargado con las tablas :). Las cabinas son acristaladas y ofrecen una buena vista en la subida. 


La Comuna de Santo Domingo, como las otras que forman parte de la ciudad se ha ido creando con las diferentes oleadas de personas que venían a la ciudad sin nada. Estas personas se iban asentando en las laderas de los cerros, construyendo casas, primero de madera y plástico y a medida que mejoraba su situación las iban remodelando hasta tener construcciones de ladrillo pero sin los servicios mínimos de luz y agua potable. Poco a poco, las zonas se van mejorando para que les lleguen estos servicios mínimos.

Esta mejora va de abajo hacia arriba, que es la secuencia lógica que siguen los asentamientos. Es evidente cuando subes en el metro cable, las casas casi en la base del cerro, tienen dos alturas, terraza, hay calles y algunos coches aparcados, a medida que subes, siguen casa de ladrillo, pero más precarias y en algunos sitios las calle brillan por su ausencia, más hacia arriba empiezan a cambiar y son casas de madera con techos de chapa y ya en la parte más alta del cerro las edificaciones que hay son verdaderas chabolas de plástico, madera y cartón.

Según la ley colombiana, si construyes una casa en un lugar y vives en ella durante 3 meses sin que te desalojen, el espacio y la casa pasa a ser de tu propiedad. Por ello, de forma periódica hacen censos para legalizar la situación de aquellos que se han asentado recientemente en la zona.

Entre 1992 y el 2002, esta zona era una ciudad sin ley, los diferentes grupos de pandilleros controlaban la droga y la prostitución de la zona y tenían disputas entre ellos y extorsionaban con "Vacunas" a los habitantes de la zona para garantizarles protección. En esa época, por aquí no se podía venir sin arriesgarse a tener graves problemas.

En 2002, se iniciaron, por parte del ayuntamiento de Medellín una serie de políticas disruptivas que se basaban en:

- No aislar las zonas problemáticas.- Construyeron el Metro-Cable para integrarlas completamente en la ciudad y facilitar el acceso de sus habitantes a sus puestos de trabajo que suelen estar en el centro.

- Acercar la cultura.- Construyeron la Biblioteca España, el nombre se debe a que los fondos de colaboración españoles ayudaron en su construcción. Este es un espacio multidisciplinar donde se puede encontrar: bibliotecas, guardería donde las madres dejan a sus hijos para trabajar, cine, exposiciones.... Todo es de acceso gratuito.

Las políticas sociales del ayuntamiento de Medellín con estos planes pioneros para integrar a estas comunas, han dado grandes resultados en poco tiempo. Hoy, se puede subir y pasear sin problemas y conocer otra de las caras de Medellín. Se ve una zona alegre, llena de niños y de colores.


Hay algunos grafitis que recuerdan el cambio que ha experimentado el barrio en este corto espacio de tiempo


Visitamos la Biblioteca España, en las exposiciones itinerantes hay una sobre los horrores del bombardeo de Guernica, muy pero que muy interesante.


Al salir de la biblioteca, encontramos a una señora amasando una pasta pegajosa, nos cuenta que está haciendo "Gelatina de Pata". Es una especie de dulce que hacen con la gelatina que sacan al cocer las patas de las vacas. La mezclan con panela y tienen que amasarla sin parar para que no se solidifique. Tiene una textura como de caramelo masticable y aunque suene asqueroso, lo pruebo y está realmente bueno.


Suena la canción "mi agüita amarilla" de los Toreros Muertos, hacía años que no la oía, nos comentan que aquí los Toreros Muertos han pegado fuerte y aún se escuchan.

Tomamos el siguiente tramo de Metro-Cable. Este solo tiene una parada, Arví, un parque donde los medillenses pueden pasar su tiempo libre, es enorme, se puede incluso hacer acampada. No voy a visitarlo ya que se necesita mucho tiempo, solo es el paseo de subida y bajada en el Metro-Cable.

Este tramo tiene un billete diferente, no sirve el del metro, el coste es 4.000 pesos. El recorrido son casi 20 minutos de ida y otros tantos de vuelta. Las vistas son espectaculares, al subir por el cerro, se ve cómo va bajando la calidad y las condiciones de vida de sus habitantes, llega en un momento que incluso desaparecen los asentamientos.


Al llegar a lo alto del cerro, empieza un recorrido en horizontal por encima de las copas de los árboles que cubren la zona, así debía estar la otra parte del valle antes de que empezaran los asentamientos. Llegamos a Arví y sin bajarnos, emprendemos el viaje de regreso hasta la parada de Santo Domingo de la que salimos.

Bajamos hacia la ciudad en metro-cable y tomamos de nuevo el metro hasta la parada de Industriales para visitar a la caída del sol el Cerro Nutibara. Este parque tiene el Pueblito Paisa, una reproducción de un típico pueblo de la cultura antioqueña y ofrece una excelente vista sobre toda la ciudad.

El acceso, desde la parada de metro, no está nada indicado, hay que cruzar un polígono industrial y parece que te has perdido, que no estás en el camino correcto. Para llegar arriba hay un largo tramo de escaleras.

Al llegar al Pueblito Paisa ya ha oscurecido y no es el mejor momento para las fotos, pero de todas formas es como ir a PortAventura pero en vez de a la zona de La Polinesia a la zona Paisa. Es una reproducción de una plaza con una iglesia o casas típicas que alojan restaurantes y tiendas de regalos.

Por otro corto tramo de escaleras se llega a la cima del cerro. Desde aquí, la vista si merece la pena, a tus pies está la ciudad de Bogotá. Sus luces ocupan todo el espacio, se puede apreciar lo grande que es.


Mañana es el día del "Amor y la Amistad" algo así como San Valentín pero que incluye a los amigos. Hay por todos los lados carteles recordándolo y anunciando fiestas para celebrarlo. En las tiendas hay postales para felicitar el día y los puestos de flores son muy visitados.


Cenita en un italiano, para olvidarnos de la comida típica por un día y a dormir



Domingo 16 Septiembre - (Medellín - El Chocó)

Salimos a las 8:30 hacia el aeropuerto Olaya Herrera, es el aeropuerto local de Medellín. Está en medio de la ciudad, es pequeño y solo admite avionetas. Para llegar, vamos por la zona de la parte trasera del museo, una zona poco recomendable y aunque no son aún las 9:00, la prostitución es evidente hay chicas en las farolas y en las puestas de los garitos.

No tardamos ni 10m en llegar, es domingo y no hay mucho tráfico, éste es el aeropuerto donde murió en accidente Carlos Gardel, dentro hay una zona con placas en homenaje al cantante. La historia de su entierro es un poco macabra, dado la cantidad de admiradores que tenía y que todos querían honrar sus restos, tardó más de 8 meses en llegar el cuerpo a Buenos Aires. Incluso, el cuerpo fue reclamado por los argentinos que vivían en Estados Unidos, así que desviaron el barco hasta las costas norte americanas para hacerle un homenaje.


Los trámites son rápidos, no miran el tema de líquidos, solo se ponen pesados con los encendedores. Volamos en una avioneta de Satena, al despegar, por estar en medio de la ciudad, hay una vista perfecta de Medellín, se ve como se extienden sus casas por las laderas de los cerros y la zona de urbanizaciones más de lujo con piscinas comunitarias.

El vuelo dura unos 45m, el comandante no para de hablar durante todo el vuelo contándonos por donde estamos en cada momento e incluso nos desea buen día del "Amor y la Amistad". Habla castellano, pero el acento es tan cerrado que casi que no le entiendo.


Al aterrizar, está lloviendo. A pié de pista, esperan personas de la compañía aérea con paraguas, esto sí que es buen servicio al cliente. Al lado también hay algunos militares armados, es un poco fuerte salir del avión y lo primero que ves es a un señor de camuflaje con un arma en la mano, pero parece que es lo habitual por la zona.


Para llegar al departamento del Valle, donde nos alojaremos, vamos en una de las busetas, dentro no tiene desperdicio y el viaje es súper divertido. Mientras disfrutamos de las vistas exteriores, dentro vamos con la música a tope (para variar) esta vez de Camilo Sexto y Roberto Carlo (de lo más actual) y los viajeros e incluso el conductor van bailando y cantando.

La pista es de cemento y está rodeada de vegetación. Hay que pasar por un puente de madera, que miedo da solo de pensarlo, al lado están construyendo uno nuevo. Las obras están paradas y no saben cuándo arrancarán pues no hay más presupuesto. (A que me sonará esto?).

Llegamos al pueblo, vamos dejando viajeros a lo largo del recorrido, nosotros continuamos literalmente por la playa. La buseta va rodando por la arena hasta la zona del alojamiento donde vamos a quedarnos. Al bajar de la buseta, veo que se llama "LA VALLE.nata", muy apropiado :).


El sitio es precioso, son un grupo de cabañas con hamaca en la terraza bajo las palmeras al lado de la playa.


Por la playa hay ambientillo, siempre hay gente paseando, en bici, en coche o cargando sus tablas de surf. También hay infinitos cangrejos corriendo por la arena y metiéndose en sus agujeros.


Hay una tortuga en la arena, ha salido liada en las redes de unos pescadores y la han liberado, tiene un corte profundo en una pata pero anda sin problemas y la ayudan a llegar al agua.


La playa es salvaje, está llena de troncos que ha traído la marea, hay que ir con cuidado para no tropezar. Entre que la marea sube y baja muy rápido y los diferentes riachuelos que llegan a la playa, hay tramos que para llegar al pueblo hay que descalzarse y mojarse los pies.


Por la tarde salimos a dar un paseo, atravesamos el pueblo. Aquí el 99% de la población es negra, son descendientes de los antiguos esclavos africanos y se nota en sus rasgos. La gente es muy agradable y te saluda al pasar.


Cruzamos un puente colgante sobre el río Valle, se mueve un poco al pasar pero se ve muy seguro.


Al otro lado, hay un sendero hasta una playa de 9km que termina en la Bahía de Utría. En esta playa también hay muchos troncos y encontramos a un grupo de personas que vienen recogiendo cosas que la marea ha ido dejando en la arena.


A la vuelta, tomamos algo en el billar del pueblo, hay un grupo de hombres jugando al dominó. Aquí juegan apostando dinero por lo que todos están muy atentos al juego.


Para volver a las cabañas, hay que tirar de linterna y volver a descararse. En el alojamiento sirven cenas en un comedor al aire libre, se está genial con el ruido del mar al fondo.


Información del Hotel
Posada Don Ai
Bahila Solano - Playa el Almejal - Chocó
e-mail: posadadonai@yahoo.com

Valoración: Buena
- Ubicación perfecta, a la orilla de la playa y lejos del pueblo.
- Habitación agradable, las camas tienen mosquitera y el baño es amplio.
- A penas hay señal de móvil por lo que de wifi, ni hablamos.
- Desayuno normalito



Lunes 17 Septiembre - (El Chocó)

Arriba a las 6:00, queremos intentar ir a ver la ballenas y para salir del pueblo con la barca hay que tener en cuenta las mareas y hoy como muy tarde hay que estar saliendo a las 7:00.

Amanece lloviendo a cántaros, a parte de la lluvia hace viento y se ve el mar picado y no tiene pinta de que cambie en un buen rato, así que toca anular el plan.

Me tumbo en la hamaca del porche a contemplar como llueve, a escuchar el mar y a leer un rato, tengo que ponerme un jersey porque con la humedad ha refrescado. No me creo que esté aguantando tantas horas tranquila, relajada y tumbada sin hacer mucho más que descansar, pero es genial.

Sobre las 12:00 deja de llover y aprovecho para salir a pasear tranquilamente por la playa. En el sentido opuesto al pueblo hay unas grandes rocas que cuando la marea está baja se pueden recorrer. El paseo tras la lluvia es muy agradable.


Después de comer, de nuevo a recorrer el pueblo.


Empezamos visitando el cole, los carteles no tienen desperdicio


La gente que nos encontramos es muy agradable, vamos hacia la zona del pueblo cercana al río, allí las casas son palafitos. Los que están sobre la corriente están bien, pero los que están sobre las lagunas que se crean con las crecidas no tanto, el agua estancada y sucia no tiene muy buena pinta.


Hay unos niños comiendo semillas de cacao.


Vamos a uno de los hostales a las afueras del pueblo. Tiene una piscina y una terracita con vistas al puerto. La dueña, por un módico precio, nos presta su cocina para preparar una tortilla de patata para la cena. Tras pelearnos con los cuchillos que no cortan y las sartenes que se pegan nos comemos el resultado, no es la tortilla mejor de mi vida, pero hay que reconocer que estando aquí y a pesar de que el pan es de molde "pan tajado" no está mal y es una forma diferente de cenar.

De vuelta con linterna por la playa. Ha sido un día de Relax total pero precioso, ahora a dormir y a ver si mañana podemos salir a ver las ballenas.




Martes 18 Septiembre - (El Chocó)

Desayuno a las 6:15, hoy amanece bien así que a por las ballenas. Llegamos al puerto por los pelos, la marea ya ha empezado a bajar y no hay mucha profundidad para salir a mar abierto, hay que poner el motor de la lancha a tope y agarrarse pues salimos pegando botes, menos mal que solo son unos metros, en cuanto salimos a mar abierto ya va tranquilo.

Salimos en la barca con Antonio el Ballenero (no por cazar ballenas, en esta zona nunca se han cazado, sino por dedicarse a llevar a turistas a avistarlas) y con su hijo Antoñito el Ballenato :).

Vemos dos ballenas nada más salir a mar abierto y nos acercando para tenerlas cerca. Estas dos, no hacen más que moverse así que nos tienen persiguiéndolas un rato. Vemos sus lomos y varias veces sus colas, (Cuando sacan la cola es cuando se van a sumergir más profundo para moverse de sitio).


Continuamos hacia la entrada de la bahía de Utría, allí encontramos a una ballena con su cría. Las vemos cerquita, sacando y metiendo sus lomos y alguna vez la cola. Estas están más quietas, no se mueven de la misma zona, parece que está enseñando a la cría y haciendo que practique lo aprendido. No tenemos la suerte de verlas saltar. Nos comentan que el ballenato es pequeño y que aún no salta. Una pena.


Hacemos una parada en una pequeña isla en la boca de la Bahía, es una isla privada que tiene un restaurante y en la parte de atrás una playa "playa Blanca" donde te puedes bañar e incluso hacer algo de snorkel. Tenemos marea baja y la arena está llena de troncos y ramas que ha traído la marea, parece que ha pasado un tifón. Supongo que con la marea alta, se verá más bonita y parecerá una playa ideal, así la verdad es que no me gusta mucho.


Comemos en el restaurante y desde el comedor, se ve la bahía y aparece nuestro ballenato. De la madre no hay rastro, nos comentan que es normal, que las crías aguantan menos bajo el agua que cuando son grandes, por lo que mientras la madre está bajo el agua, el ballenato se dedica a practicar lo de sumergirse y salir. Al ratito, aparece la madre y ya van juntos hacia la bahía.

Subimos de nuevo a la barca, entramos un poco en la bahía y volvemos a encontrar a nuestras dos amigas, pero siguen a lo suyo, nada de colas, nada de saltos. Con la ilusión que tenía yo, pero que se le va a hacer, son animales en libertad y hacen lo que quieren y cuando quieren. Sigo teniendo en mi lista de "pending" lo de ver ballenas saltando :( 


Emprendemos el camino de regreso, y de pronto Antoñito el Ballenato dice que ha visto una ballena y vamos a todo motor hacia donde dice, la verdad es que yo no he visto nada (es increíble la vista que tiene este muchacho, supongo que es la práctica, pero impresiona), cuando llegamos ahí hay una, va sola, la vemos sumergirse y salir varias veces y nos despedimos del avistamiento de ballenas y ponemos rumbo al pueblo.

De camino al pueblo, vemos una tortuga que pasa nadando al lado de nuestra barca.

La luz en este momento es preciosa.


La entrada al puerto es mucho menos accidentada que la salida de esta mañana, para entrar, la técnica es ponerse sobre la ola, como los surfistas y la verdad es que cuando estás arriba, la ola te empuja y la entrada es muy suave.

En vez de parar directamente en el puerto, vamos hacia el río Valle, subimos un poco para que se quite la sal y de paso lavamos en el agua dulce los chalecos para quitar los restos de sal que perjudican su conservación.

En el rio vemos varias cayucos de madera: una chica que viene por el río hacia el pueblo, unas personas que van a una de las orilla y se ponen a llenar el cayuco con la tierra del lecho del río... no cabe duda de que este río tiene movimiento.

Después del mini paseo por el río nos deja al lado de los billares, es un buen momento para tomar algo e hidratarnos después de un día en el mar.

Hoy hay mucho ambiente, tanto en los billares como en el pueblo. Ha llegado un grupo de turistas nacionales, pero se nota q son turistas, son "pieles pálidas" como nosotros y aquí eso resalta :).

Volvemos a nuestras cabañas, hoy no hace falta frontal, aún hay es de día. La luz es espectacular, la arena parece un espejo donde se reflejan las nubes.


Llegamos a las cabañas a tiempo para disfrutar del atardecer, hay una luz preciosa y la puesta de sol es espectacular.


Ducha rejuvenecedora para quitarse la sal, cenita, tertulia y a dormir. Un día precioso, incluso sin haber conseguido ver ballenas saltando, otra vez será :(


Mas informacion del viaje en:

No hay comentarios: