Esta ruta es preciosa, no sólo por la belleza del itinerario, su longitud y dureza nada despreciable, sus connotaciones históricas, las anécdotas durante la ruta...
La Sierra de los Tormantos, un cordal perpendicular a la línea principal de Gredos que se desgaja desde La Covacha separa los valles cacereños del Jerte y de La Vera, siendo por tanto, el principal obstáculo orográfico que salva esta ruta que Carlos V utilizó camino de su retiro al Monasterio de Yuste.
Un poco de Historia:
El 26 de septiembre de 1556, llegaba a Laredo (Cantabria), el Emperador Carlos V, acompañado de una escuadra de 56 buques, a bordo del Espíritu Santo. Después de un reinado de 40 años, en los que España se había convertido en la máxima potencia mundial, Carlos V se dirige al último viaje de su azarosa vida, el cual le conduce a su retiro en el Monasterio de Yuste, en donde morirá dos años después..
Tras cruzar la meseta castellana el cortejo real llegó al Puerto de Tornavacas, y el emperador, enfermo de gota y agotado del viaje, decidió acortar el escaso trecho que le separaba del Monasterio de Yuste por el montañoso camino que atraviesa la Sierra de los Tormantos..
El monarca es llevado en silla de manos y en ocasiones a cuestas por lugareños acostumbrados a recorrer estos senderos escarpados a través de lo que ahora se conoce como Puerto de las Yeguas, que une las comarcas del Jerte y de la Vera. Se cuenta que fueron mozos de Guijo de la Sierra los encargados de cargar sobre sus hombros el habitáculo especialmente preparado para este fin
Sábado 19-Sep09 de Tornavacas a Jarandilla - 28 Km. 970 m de Subida y 1.190 m de Bajada
Toca super madrugón, Tonavaca está a unos 250km de Madrid y la última parte no es autovía. El día en Madrid está horrible, mucho frió, amenazando lluvia, lo que hace que me piense si darme la vuelta en la cama cuando suena el despertador pero hay que animarse, ponerse el forro polar, llenar la mochila con chubasquero, pantalones de agua y capa por si las moscas, la ruta es larga y bajo la lluvia puede ser horrible.
Hacemos una parada a desayunar en Piedrahita, no conocía el pueblo y tiene su encanto, vamos a una cafetería de la plaza que tiene un café y una bollería muy buena, totalmente recomendable.
Al entrar en el Valle del Jerte, el cielo está azul, promete un buen día. El valle brilla tras las lluvias de los últimos días, no están sus cerezos en flor pero está todo verde y hay muchos árboles frutales por todos los lados.
Comenzamos nuestra caminata en Tornavaca, en pleno valle del Jerte, el camino está muy bien indicado desde la salida del pueblo, es un PR.
Vamos cruzando el valle, con el Río Jerte al lado entre higueras, manzanos, melocotoneros…. Todos con fruta madura a punto de recoger. Nos encontramos con paisanos que están recolectando fruta y uvas.
Nos adentramos en bosques de robles y castaños, parece que van a salir nomos de entre las rocas, la luz del sol se filtra entre las hojas y hace que la luz sea preciosa, como ha llovido el suelo está cubierto de musgo con un verde que brilla bajo los rayos de sol que le llegan.
El Puente Nuevo, es un puente medieval, ahora reconstituido, por el que Carlos V cruzó en su periplo por estos lares.
Desde el Puente Nuevo retomamos el camino enlosado para comenzar la subida. La fuente de Roblehermoso nos sirve de referencia para seguir hacia la izquierda en la bifurcación del caminio, con destino al Collado de la Encinilla, a unos 1.590m sobre el nivel del mar.
Nos adentramos en la Garganta del Collado de las Yeguas y subimos hasta alcanzar un altiplano situado en la parte superior. Cruzamos la garganta a través de una pasarela de madera y tras una nueva subida, llegamos en al Puerto de las Yeguas, a unos 1.480m de altura. El lugar perfecto para contemplar la
Comarca de la Vera.Es el sitio perfecto para la parada de la comida, nos va bien un descanso, reponer fuerzas y de paso disfrutar de las vistas.
Desde el Coyado de las Yeguas, ya es todo hacia abajo, aunque aún quedam mucho Km hasta nuestro destino. La bajada es empinada y hay que ir con cuidado para que las rodillas y los tobillos no sufran mucho. De nuevo, la bajada ofrece todo tipo de paisaje, ladera pelada, bosques, zonas de árboles frutales…
Comenzamos el descenso que nos llevará en primer lugar a la Garganta del Yedrón. Un lugar verdaderamente paradisíaco.
Seguimos la ladera para atravesar un bosque de robles y castaños y cruzamos la carretera de Guijo de Santa Bárbara a Jarandilla. Avanzamos unos metros a la izquierda y encontramos la el camino a la derecha que nos lleva hasta el Puente de Palo, que cruza la Garganta de Jaranda.
Pronto comenzamos a ver las casas de Jarandilla de la Vera, lo que va marcando el fin de nuestra ruta.
Jarandilla es un pueblo grande, no lo conocía y tiene un castillo chulo que lo han hecho Parador de Turismo. Es día de fiestas y hay toros por lo que hay mucho ambientillo en el pueblo.
Tras las cervezas de rigor, nos volvemos a Madrid, otros cuantos Km de vuelta. Llegamos tarde, cansados pero contentos porque hemos tenido un día precioso, una ruta impresionante y ya ni nos acordamos del madrugón ni del cansancio.
Ahora a esperar a la próxima!!!!!
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