sábado, 28 de marzo de 2009

GREDOS – Puerto El Peón– La Mira – Los Galayos 17Km 850 m Subida y 1.300m Bajada 28 Mzo 09

GREDOS
Pto El Peón-La Mira - Los Galayos 17Km 850m Sub y 1.300m Baj - 28-Mzo-09





La ruta comienza en el puente de las Juntas (1.536 m).
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El tiempo va empeorando a medida que vamos remontando La Garganta de la Covacha, la niebla va cayendo y comienza a granizar, ha vuelto el invierno.


En el camino, encontramos tramos de nieve dura y muchas rocas, es una subida divertida aunque hay que ir con cuidado ya que las piedras resbalan mucho. Casi sin visibilidad, alcanzaremos el Pto del Peón (2.032 m).

Seguimos hacia La Mira (2.341 m), la subida es sobre nieve dura, hay que ir clavando los talones para no resbalar.



En su torreón, que son las ruinas de lo que fue un telégrafo óptico que le dio el nombre, desde época napoleónica, "del Telégrafo", paramos a comer algo rápido pues aunque estamos resguardados del aire, la temperatura es baja y empieza a entrar en el cuerpo.


Empezamos el descenso por la ruta de los Galayos.


Unas notas sobre los Galayos:

La palabra galayo, derivada del término árabe "golaa", significa roca aislada o prominencia de roca que se destaca. El Galayar, o los Galayos es uno de los lugares más emblemáticos de Gredos, situados en su vertiente meridional, cerca de la villa abulense de Arenas de san Pedro. La silueta de sus agujas ofrece un espectáculo fascinante al montañero que, desde el Nogal del Barranco, asciende por el escarpado valle que recibe el apropiado nombre de la Apretura.

El cuchillar de los Galayos es una clara muestra de gelifracción, efecto cuña que la acción del hielo-deshielo produce en las grietas de la roca.



El descenso por los Galayos es impresionante, es un camino muy empinado y con rocas sueltas. La pena es que la niebla nos impide disfrutar de las paredes que forman el cuchillar. Durante algunos segundos se abren claros que los muestran parte de ellos entre niebla.



Alcanzamos el Refugio Victory. Este refugio es utilizado por los escaladores que desde hace décadas se han enfrentado a sus paredes.


Al resguardo de las paredes del refugio hacemos la parada de la comida.

Emprendemos de nuevo el descenso.



Desde aquí hay un claro camino marcado que va haciendo zetas por las paredes rocosas. A medida que bajamos va desapareciendo la niebla y se nos abren una vistas fantásticas: paredes rocosas, cataratas, el valle que esta al fondo...

Ya cerca del valle, comienza un bosquecillo de pinos que nos desemboca en el Nogal del Barranco (1.150 m) donde damos por finalizada la ruta.

Aunque con frío, la ruta ha merecido la pena aunque hay que volver para disfrutar de ella un día con mejor visibilidad.

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