Arriba prontito. Desayuno y nos dirigimos a Olite.
Notas sobre OLITE:
Historia
Por los restos arqueológicos se conoce que en época imperial romana (s. I d. C.), un fuerte cinturón amurallado defendía un pequeño altozano en el que más tarde se fundaría la villa medieval. Además alrededor del núcleo urbano actual se han encontrado restos de villas romanas.
San Isidoro de Sevilla en su Historia de regibus gothorum nos ofrece la primera referencia escrita sobre Olite: según el citado obispo de Sevilla, el rey godo
Suintila fundó la ciudad de Oligicus en el 621 y la volvió a fortificar para hacer frente a los vascones. Por un privilegio dado en Estella en el año 1147, García IV Ramírez "El Restaurador", rey de Navarra, otorgó a Olite su primer fuero, el Fuero de los francos de Estella, dándoles por la misma ocasión tierras de cultivo. La promulgación del Fuero produjo una rápida expansión de Olite. Como instrumento jurídico, proporcionó a la población un ejercicio social propio (el término municipal), jurisdicción privativa y notables ventajas fiscales, así como elementos y cuadros propios de gobierno de la villa. El 17 de marzo de 1266, en Saint Denis, Teobaldo II concede a Olite quince días de feria anual, como "las tienen los burgueses de Estella", empezando el 1 de mayo. Desde ese mismo año se celebraron Cortes en Olite. En enero de 1302, Felipe y Juana, reyes de Navarra, atendiendo las peticiones de Olite, varían la fecha de la feria anual, señalando su comienzo el 2 de noviembre.
Tras siglos oscuros, la villa de Olite comenzó una etapa de esplendor durante la Baja Edad Media, al ser elegida como una de las sedes favoritas de los reyes de Navarra. A partir del s. XV el rey
Carlos III "El Noble" y su esposa Leonor de Trastámara comenzaron la construcción del espléndido Palacio Real de Navarra en Olite, reflejo del brillo de toda una época.
Es capital o cabeza de la Merindad de su nombre, creada por Carlos III El Noble en 1407.
Felipe IV le concede el título de ciudad en 1630. Desde sus brillantes momentos en el s. XV y hasta el s. XIX, Olite experimenta un eclipse político y un fuerte descenso demográfico. A comienzos del s. XIX son de destacar los graves problemas de los comunales y el interesante fenómeno del cooperativismo agrario (en Olite se fundó la primera cooperativa de Navarra y tercera de España).
En Olite hay que destacar su Castillo.- Fue
Carlos III "El Noble", quien en el s. XIII comenzó la ampliación del anterior dando lugar al Palacio de los Reyes de Navarra. Aunque casi todos lo llaman "castillo", lo correcto es referirse a él como "palacio", ya que se trata de una construcción con carácter cortesano, donde los aspectos residenciales prevalecieron sobre los militares (defensa).
Uno de sus principales encantos es el aparente desorden de su diseño. Esto se debe a que su construcción nunca se afrontó como un proyecto "de conjunto", debiéndose el resultado final a las continuas obras de ampliación y reformas que se sucedieron durante siglos, aunque la mayor parte de las obras se realizaron entre finales del s. XIV y principios del s. XV. El entonces rey de Navarra,
Carlos III "El Noble", decidió convertir el palacio existente en sede real permanente y dotarla de todo el ornamento propio de éstas.
El conjunto formado por sus estancias, jardines y fosos, rodeados por las altas murallas y rematados por las numerosas torres, le confieren una espectacular y mágica silueta. En su época, llegó a ser considerado como uno de los más bellos de Europa. En él podremos diferenciar claramente dos recintos: el Palacio Viejo, convertido en Parador Nacional de Turismo, y el Palacio Nuevo. Tras la invasión de Navarra a principios del s. XVI por parte de Castilla, el estado de abandono en el que quedó inmerso el palacio hizo que éste fuera deteriorándose progresivamente. Este proceso culminó con el incendio ordenado por el guerrillero
Espoz y Mina durante la Guerra de la Independencia Española (1813), ante el temor de que en él se fortificaran las tropas francesas de Napoleón.
El estado actual del edificio es fruto de una restauración, todavía sin concluir, iniciada a principios del s. XX, y basada en el proyecto con el que los arquitectos José y Javier Yárnoz ganaron el concurso convocado para ese fin. La intención de esta compleja labor es la de recuperar la estructura original del palacio. Así, podremos distinguir entre lo que se corresponde con el edificio original, y lo que se debe a su restauración. Sin embargo, la riquísima decoración interior que revestía sus muros se ha perdido para siempre, al igual que los jardines exteriores que lo rodeaban.
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Al lado del castillo, se asienta la catedral, no podemos entrar a visitarla aunque está incluida en el ticket de la visita. La causa es que están preparándola para algún evento y permanece cerrada.
Tenemos que conformarnos con verla por fuera, tiene un pórtico precioso y el frontal está salpicado de esculturas con los discípulos a ambos lados de la puerta.
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En la plaza delante de la entrada de la catedral hay una arcada preciosa.
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Olite conserva tramos del recinto amurallado de la época romana, adosados a viviendas. Se construyó para demarcar el término municipal y vigilar toda la zona, defendiéndose así de posibles ataques enemigos.
Paseamos por el pueblo, viendo algunas casas antiguas que conservan los Blasones familiares en las fachadas y algunas puertas y picaportes preciosos.
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Después de comer no dirigimos hacia el Moncayo, las carreteras a medida que nos acercamos van empeorando y el paisaje va cambiando.
Cuando entramos en el PN del Moncayo, el paisaje cambia radicalmente, las orillas de la carretera están cubiertas de vegetación, todo está muy verde.
Notas sobre el PN del Moncayo:
En 1972 se declaró a esta parte de la sierra del Moncayo como Sitio Natural de Interés Nacional y posteriormente como Parque Nacional de la Dehesa del Moncayo. Este Parque Natural aragonés abarca parte de la vertiente sur, la denominada «Cara Oculta del Moncayo»; un claro ejemplo de monte mediterráneo poblado de encinares y plantas aromáticas, asentadas sobre rocallas y abruptas paredes verticales. Este paraje es muy apreciado por escaladores, espeleólogos y senderistas.
Este PN forma parte del Sistema Ibérico situada entre las provincias de Zaragoza (Aragón) y Soria (Castilla y León), tiene tres circos, que reciben el nombre de hoyas, estas son Hoya San Miguel, San Gaudioso y Morca, son de origen glacial, de la ñepoca cuaternaria.
El macizo del Moncayo consta de tres cumbres que superan los 2.000 m de altitud; el Moncayo de Castilla o Peña Negra de 2.118 m, el propio Moncayo de 2316 m y Lobera de 2.226 m. Otras secundarias son San Juan de 2.283 m, Morca de 2.273 m y PeñaNegrilla de 2.171 m. El macizo se extiende hacia el sudeste con cumbre menores que rondan los 1.500 m (Sierra del Toranzo, Sierra del Tablado).
Paramos en uno de los miradores y aprovechando que ha salido un poco el sol, damos un paseo por el GR. No es un largo paseo ya que es tarde y sigue amenazando lluvia.
De vuelta al coche, hacemos una parada en el Monasterio de Veruela. No teníamos ni idea de que existiera.
Monasterio de Veruela.- Veruela se halla en un pequeño valle formado por el río Hueca, cuyo nacimiento se encuentra muy próximo al monasterio, protegido por la mole mítica del Moncayo. El documento más antiguo referido a la fundación del monasterio veronense es la confirmación por el rey navarro García Ramiréz de la donación de los lugares de Veruela y la Oliva y sus posesiones al monasterio cisterciense de Santa María de Niencebas (Fitero, Navarra) en 1145 para la erección de sendos cenobios de la Orden.
Si los Monasterios del Císter de Aragón suponen siempre una agradabilísima sorpresa para el amante del arte medieval, no cabe duda que el Monasterio de Veruela, no muy lejos del Moncayo, impacta especialmente por su belleza. Además, presume de ser uno de los más importantes de la orden del Císter en España.
El Real Monasterio de Santa Maria de Veruela es, desde 1998, propiedad de la Diputación Provincial de Zaragoza, que lo administro en usufructo estatal desde 1976, año en que inició su recuperación.
El poeta Gustavo Adolfo Bécquer escribió aquí, en 1836-1864, sus nueve célebres "Cartas", así como algunas rimas y leyendas.
La iglesia de Veruela se puede considerar románica con tres altas naves separadas por pilares cruciformes con columnas en sus frentes que soportan arcos todavía de perfecto medio punto. Las bóvedas son de crucería. Todo el conjunto impone al espectador por su armonía y monumentalidad.
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Desde aquí se accede a ambos claustros, gótico y renacentista, que comunican con la sala capitular, refectorio, cilla (almacén de grano y bodega), scriptorium y otras dependencias que son escenario de exposiciones de arte, conciertos y prestigiosos cursos.
El claustro del Monasterio de Veruela es gótico pero su comunicación con la sala capitular se hace a través de unas arquerías todavía románicas de exquisita belleza, gracias a sus anchas arquivoltas ajedrezadas y a sus elegantes
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La propia Sala Capitular también es la más románica de las tres. Es de menor altura y las sencillas bóvedas de crucería se sostienen mediante el apoyo de columnas adosadas a los muros y otras cuatro columnas exentas centrales de exquisita finura.
Finalizada la visita, que recomiendo ya que es muy muy recomendable, de vuelta a Tudela. Cenita, relax y a dormir.
Domingo 13 Jun 2010.- Tudela
Día tranquilito, desayuno, paseito por el pueblo, comida y de vuelta a Madrid.
Información del Hotel
Casa Alvaro *********
Calle Amigos Gorrones S/N
Tudela - NAVARRA
Valoración.- MUY MUY BUENA
- Buena ubicación
- Amplia Terraza
- Buena cocina
- A destacar el trato del personal :)
- ALVARO: Gracias por la hospitalidad
Un muy muy buen fin de semana.